México, gran ganador de la guerra comercial China-Estados Unidos

Las tensiones entre Washington y Pekín y el trastorno de las cadenas de suministro durante la pandemia impulsan un auge exportador en México, aunque con problemas

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Julio 2024 / 126
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Mexico

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Getty images

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Hasta 2023, Atakan Akcan no había puesto un pie en México. Y menos aún en Monterrey, en el Estado de Nuevo León, al norte del país. Su empresa, Totomak, fabricante turco de piezas de automóviles, le envió desde Esmirna para controlar la gestión de la fábrica de Monterrey. “Nuestros clientes estadounidenses insistieron en que nos implantáramos en México y, luego, algunos de ellos también lo han hecho”, cuenta el responsable de producción y compras de la fábrica mientras muestra las piezas preparadas para irse al otro lado de la frontera.

Por primera vez en 20 años, EE UU compra más a México que a China. Las importaciones estadounidenses procedentes de México alcanzaron los 480.000 millones de dólares en 2023, un aumento cercano al 5% respecto al año anterior y del 66% respecto a 2012.

Lazos históricos

El traslado de la industria manufacturera estadounidense a México no es nuevo. El proceso comenzó con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor en 1994 y provocó una oleada de inversiones en el montaje de coches, camiones y televisiones especialmente.

En la década de 1990, las exportaciones de México a EE UU eran superiores a las de China, pero disminuyeron conforme las compras de productos chinos por parte del gigante norteamericano se disparaban. El cambio de tendencia actual se debe principalmente a la guerra comercial entre  Washington y Pekín, que comenzó en 2018 con las primeras medidas de represalia al país asiático puestas en marcha por el entonces presidente Donald Trump.

Muchas multinacionales piensan, pues, acercar la producción hacia sus fronteras (nearshoring, como lo llaman en inglés). Se trata, fundamentalmente, de transferir progresivamente parte de la fabricación a países cercanos y con similares husos horarios para minimizar las perturbaciones de las cadenas de suministro, cuya fragilidad puso de manifiesto la crisis sanitaria provocada por la covid-19.

Muchas ventajas

En México, una oleada de nuevas fábricas podría incrementar el PIB en un 3% anual en los próximos cinco años y crear más de un millón de empleos, según la Secretaría de Desarrollo Económico de Monterrey.

Y es que, al menos a primera vista, México posee muchas de las características que buscan las empresas internacionales. Para empezar, comparte una frontera terrestre de más de 3.000 kilómetros con EE UU y se beneficia de numerosas exenciones tarifarias debido a sus 18 acuerdos de libre comercio, muy especialmente el Tratado de Libre Comercio México-EE UU-Canadá (T-MEC) de 2020. Las rutas terrestres entre México y sus vecinos del norte son, además, menos vulnerables a los problemas geopolíticos y climáticos que amenazan actualmente a los otros dos corredores comerciales clave: los canales de Suez y de Panamá.

“Además de su proximidad a la frontera, el Estado de Nuevo León tiene la ventaja de su mano de obra especializada, ya que, de sus prestigiosas universidades locales salen anualmente 12.000 ingenieros”, explica Zaira Sáenz, directora de la Secretaría de Estado de Desarrollo Económico de Monterrey.

México ya no está considerado un centro de producción de bajo coste, sino un aliado de confianza con una población activa joven y cualificada.

El presidente de izquierdas Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, elegido en 2018, ha intentado favorecer ese nearshoring ofreciendo incentivos fiscales, especialmente a los fabricantes de vehículos eléctricos. Sin embargo, esperó hasta octubre de 2023 para hacerlo, lo que suscitó las críticas de medios empresariales.

AMLO también ha apostado por el desarrollo del corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec, en el sur del país, donde la distancia entre el océano Pacífico y el golfo de México es menor. Inaugurado a finales de 2023, ya circula por él un tren, dedicado sobre todo al transporte de mercancías entre las dos orillas, a pesar de las numerosas criticas sociales y medioambientales que ha provocado el proyecto.

También hay otras infraestructuras previstas que se supone que estimularán el establecimiento de fábricas a lo largo de ese corredor,  así como el desarrollo de los intercambios comerciales en una vía alternativa al Canal de Panamá. La candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, que ganó las elecciones presidenciales de junio pasado, ha anunciado que seguirá por ese camino.

Auge industrial en Monterrey

El Estado de Nuevo León, emblema de la industria manufacturera mexicana, ocupa el primer puesto nacional de producción industrial desde 2017. Y la tendencia no hace sino reforzarse. A su capital, Monterrey, acuden cada año 300.000 mexicanos en busca de trabajo. La llegada de numerosas empresas en los sectores del automóvil, la informática y los electrodomésticos ha hecho que en los cinco últimos años se haya duplicado el precio de los terrenos en las afueras de la ciudad.

     En Santa Catarina, por ejemplo, los precios de los terrenos aumentaron en un 25% desde 2020, año en que Tesla anunció su llegada. La empresa estadounidense está construyendo una nueva gigafábrica de 3.500 hectáreas que permitirá producir un millón de vehículos eléctricos anuales a partir del año 2030 y que se calcula que creará 7.000 empleos directos. “En cuanto a empleos indirectos, basta con multiplicar esa cifra por tres”, detalla Zaira Sáenz, quien añade: “La ciudad contará con unos 10 millones de habitantes en 2030 frente a los seis millones actuales”.

Otro desafío para la ciudad: la falta de agua y los cortes de electricidad que amenazan la llegada de nuevas empresas. “Basta con diseminar más las fábricas para favorecer al conjunto de la población y evitar unos problemas estructurales ligados a la concentración excesiva de la producción”, apunta Araceli W. Ching, directora de la Cámara de Comercio China-México en Monterrey.

China, aún en el tablero

Pero China no ha dicho aún su última palabra. “De las 250 empresas internacionales que se han instalado en el Estado de Nuevo León, para beneficiarse del nearshoring entre 2021 y 2023, 60 son chinas”, precisa la directora.

Los fabricantes chinos se instalan en México para evitar las sanciones aduaneras estadounidenses, transformando el Made in China en Made in México powered by China (“hecho en México y suministrado por China”). El porcentaje de importaciones mexicanas procedentes de China ha pasado del 1% en 1994 al 18,5% en 2023, síntoma de la voluntad de Pekín de eludir las tensiones comerciales para mantenerse como cliente de EE UU.

¡Presidenta!

Por primera vez desde la declaración de independencia de España, hace más de 200 años, México tendrá una mujer al frente de la presidencia de la República. Será la izquierdista Claudia Sheinbaum Pardo, de 62 años, que arrasó en las elecciones del 2 de junio con la promesa de ahondar en las políticas a favor de los más desfavorecidos emprendidas por el presidente saliente, Carlos Manuel López Obrador. (AMLO). La candidata del partido Morena, conocido anteriormente como Movimiento de Regeneración Nacional, obtuvo el 60% de los votos, más de 30 puntos porcentuales por encima de su gran rival, Xóchitl Gálvez, aspirante de la alianza de tres grandes partidos: PRI, PAN y PRD. Ingeniera de profesión y nieta de inmigrantes judíos europeos que huyeron del nazismo, Sheinbaum tomará posesión el 1 de octubre del cargo que ocupará durante los próximos seis años.