Cómo Rusia burla las sanciones económicas

Socios asiáticos, intermediarios dudosos, flota fantasma… Putin no carece de asideros para eludir los embargos impuestos por la Unión Europea

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Marzo 2024 / 122
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Trileros

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Furiaaaaa

Las sanciones contra Rusia funcionan, asegura la Comisión Europea. Mentira, no nos causan ningún daño, responde el Kremlin. Desde hace dos años, y a medida que se ha ido endureciendo el castigo por la invasión de Ucrania, el debate sobre su eficacia es cada vez más apremiante.

La respuesta depende, evidentemente, de cuál era el objetivo. Si era paralizar el esfuerzo de guerra ruso y destruir su economía, ha fallado: el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que Rusia creció un 2,2% en 2023, mientras su Ejército parece fortalecerse gracias, sobre todo, a un buen aprovisionamiento de municiones. El país ha logrado sortear las sanciones aprovechando todos sus agujeros, tanto los enormes como los más pequeños.

“Giro asiático”

En primer lugar, Moscú se ha volcado hacia los países que no aplican sanciones. Las naciones denominadas “alineadas”, que han aplicado medidas de represalia contra el Kremlin, son en realidad bastante escasas: Estados Unidos, los 27 Estados miembros de la Unión Europea, Canadá, Japón, Corea del Sur, Suiza y Australia. Y, sin embargo, la lista de las denominadas “no alineadas” es muy amplia y, sobre todo, incluye a dos grandes vecinos de Rusia: China e India.

Por ello, en cuestión de meses, la economía rusa ha efectuado un “giro asiático”, explica el Centre d'Etudes Prospectives et d'Informations Internationales (CEPII), organismo público francés y principal centro de estudio e investigación en economía internacional del país. El comercio con sus dos vecinos, así como con Turquía, ha aumentado considerablemente, compensando la disminución de los intercambios con los países occidentales. Las exportaciones hacia Asia han pasado de 129.000 millones de dólares entre enero y octubre de 2021 a 227.000 millones en el mismo periodo de 2023, mientras que las destinadas a Europa se desplomaban: de 170.000 a 65.000 millones en el mismo espacio de tiempo. Y la tendencia es similar en lo que respecta a las importaciones rusas.

China ha visto así cómo se consolidaba su plaza de primer socio comercial de Rusia. Por una parte, Rusia ha pasado a ser la primera fuente de petróleo de China. Y, por otra, Pekín ha reforzado su papel de primer suministrador de Moscú, sustituyendo a los países occidentales. “El volumen de intercambios comerciales entre los dos países aumentó más del 30% en 2022, una tendencia que se intensificó en 2023 con un aumento de los intercambios de más del 40% en el periodo de enero a junio”, subraya la analista Alice Ekman, experta en China .

Rusia exporta a China, sobre todo, un número creciente de productos agrícolas, informa la investigadora. Por su lado, el gigante asiático vende más productos tecnológicos, entre ellos, semiconductores.

Desviar y sortear

El otro inmenso vecino de Rusia, India, ha quintuplicado la importación de petróleo ruso entre 2021 y 2022. Y, aunque en menor medida, el aumento ha continuado en 2023. India es ahora el segundo consumidor del bruto ruso, tras China.

Pero India, aprovechando la situación para procurarse hidrocarburos baratos para su recuperación poscovid, ha refinado una gran parte de ellos y los exporta a los países occidentales. El servicio económico de la embajada de Francia en Nueva Delhi detectaba que en marzo de 2023 había tenido lugar “un aumento de las importaciones francesas de productos indios que se establecía en un nivel récord de 9.000 millones de euros”, y lo explicaba por “posibles desvíos del tráfico de hidrocarburos rusos a India, que podría buscar sacar partido de efecto de peso muerto producido por el embargo impuesto por Europa a los productos refinados”.

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Exportaciones gas ruso

Así pues, el aumento del comercio con países no alineados enmascara en ocasiones la continuidad de los intercambios comerciales con los países alineados. Lo vemos en el caso de India, y también en el de los vecinos de Rusia de Asia Central que forman parte de su área de influencia. El CEPII muestra, por ejemplo, un fuerte aumento de las exportaciones francesas a Kazajistán (+85%), Armenia (+62%) y Kirguistán (+44%) entre 2021 y 2022, mientras que las exportaciones a Rusia bajaron el 52% . “Es posible que esos países exporten ese exceso hacia Rusia, permitiéndole seguir teniendo acceso a las tecnologías europeas”, dicen los autores del artículo.

“Las autoridades de Kazajistán quieren luchar contra esos desvíos, pero no adoptan sanciones contra Moscú, del que el país es muy dependiente. Y a las capitales occidentales les es muy difícil amonestar a los países de Asia central porque en esos desvíos están involucradas empresas francesas, alemanas, etcétera”, observa Céline Bayou, investigadora asociada del Centro de Investigación Europa-Eurasia, perteneciente al Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO, por sus siglas en francés).

El gas ruso sigue llegando

El Kremlin explota otro ángulo muerto de las sanciones decantándose por los productos no incluidos en ellas. Es el caso del gas, que, a diferencia del petróleo, no es objeto de sanciones. Aunque los principales oleoductos que unen la Unión Europea con Rusia están prácticamente secos debido a los cortes decididos por Moscú a comienzos de la guerra,el gas natural licuado (GNL) ruso, cuyo transporte se realiza por mar a través de los barcos metaneros, continúa inundando el Viejo Continente. Los Veintisiete han multiplicado casi por dos sus importaciones entre comienzos de 2021 y comienzos de 2023.

Sin embargo, las importaciones de GNL no compensan ni de lejos la disminución de las importaciones a través de los gaseoductos. Las compras totales de gas ruso se han dividido prácticamente entre cuatro si se comparan los primeros seis meses de 2021 con el mismo periodo de 2023. Rusia ha perdido su plaza de primer proveedor de gas de la Unión, y ha sido superado por EE UU y Noruega y se ha estabilizado al nivel de Argelia. Pero aún está lejos de desaparecer de la lista de nuestros proveedores: la Comisión Europea no espera deshacerse totalmente del gas ruso hasta 2027.

En el aspecto energético, Moscú ha logrado también burlar rápidamente el tope del precio del petróleo establecido en diciembre de 2022 por el G-7 (la UE y sus aliados). El G-7 pretendía prohibir a las empresas occidentales transportar o asegurar los cargamentos de petróleo ruso vendidos por encima de ese precio, fijado en 60 dólares. La ingeniosa idea se basaba en el hecho de que los países del G-7 son los primeros transportadores y también los primeros aseguradores, con mucho, (el 90% de los cargamentos) de los barcos de transporte del bruto ruso. Pero en octubre de 2023, menos del 30% de las exportaciones por mar del petróleo ruso se hacía a través de petroleros con un seguro occidental, frente a cerca del 80% en abril de 2022.

Además de buscar nuevos aseguradores, Moscú también ha adquirido en los últimos meses cierto número de petroleros, la mayoría de ellos muy viejos, que constituyen una flota fantasma de barcos cuya propiedad con frecuencia está oculta tras sociedades pantalla y que están bajo pabellones a los que no les importa demasiado su estado.

En conclusión, algunas empresas occidentales, rozando la ilegalidad, siguen comerciando con Rusia eludiendo la vigilancia. A día de hoy, se desconoce su número, pero, por ejemplo, el periódico de investigación Disclose ha acusado a Decathlon de poner en marcha un “sistema opaco” para proseguir con sus actividades en el país liderado por Vladímir Putin a pesar de que la empresa francesa hizo oficial su salida de Rusia en octubre de 2023.

Ninguna actuación judicial

En los dos últimos paquetes de sanciones aprobados en junio y diciembre de 2023, la Unión Europea ha adoptado nuevas medidas para luchar contra la elusión de sanciones. “Existe una auténtica voluntad por parte del regulador europeo de limitar los riesgos de elusión. Se observa un continuo fortalecimiento del marco reglamentario, sobre todo en el ámbito penal”, comenta Paul Charlot, abogado de París y especialista en sanciones económicas.

Pero la puesta en marcha de posibles sanciones y las actuaciones judiciales en caso de contravención se han dejado a cargo de las autoridades competentes de los Estados miembros. Y ahí está el fallo. “En Francia no se ha abierto recientemente ningún procedimiento judicial por contravenir las medidas de sanciones económicas o, en cualquier caso, no se ha hecho público”, indica Paul Charlot. “El aumento de las sanciones económicas es un fenómeno reciente y las autoridades judiciales encargadas de ello en cada Estado estaban poco preparadas para hacerlo”, justifica el abogado.

Sin embargo, para la investigadora Céline Bayou, si las sanciones no tienen un efecto tan importante como el esperado, se debe sobre todo a cuestiones políticas: “Los intereses económicos priman. Las autoridades europeas no quieren desestabilizar nuestras sociedades. Esa es la razón por la que cierran los ojos ante la procedencia del petróleo comprado en India. Ese petróleo es necesario”.

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Importaciones gas ruso

Un embargo con agujeros sobre los productos de doble uso

Chips, componentes electrónicos o motores cruciales para la maquinaria de guerra… en ocasiones de fabricación francesa o europea. En febrero de 2022, la Unión aprobó un embargo sobre las exportaciones a Rusia de productos de doble uso, es decir, aquellos destinados a aplicaciones civiles pero que pueden utilizarse con fines militares. Sin embargo, la prohibición tiene excepciones que la suavizan sustancialmente.

Primer fallo: los industriales europeos pueden continuar ejecutando los contratos firmados antes del embargo, según la denominada cláusula del abuelo. Segundo fallo: algunos productos de doble uso se benefician de ciertas excepciones, especialmente en el sector de las telecomunicaciones, en el espacial y en el nuclear civil. “Se ocupan de lo que es más visible —los contratos de ventas de helicópteros, por ejemplo—, pero no de lo que lo es menos, como los componentes electrónicos que, sin embargo, son fundamentales para el funcionamiento de los drones de los aviones, los cazas y los ordenadores militares”, explica Tony Fortin, del Observatorio de Armamentos. Este centro francés de peritaje independiente acusa a varias empresas francesas (entre ellas grandes firmas como Thales, Safran y STMicroelectronics) de haber seguido exportando a Rusia componentes electrónicos, prismáticos militares y conectores, después del 24 de febrero de 2022. Tras esas revelaciones, el diputado ecologista Julien Bayou ha interrogado en varias ocasiones a los ministerios del Ejército y de Economía sobre este tema, recordando sobre todo la responsabilidad del Estado en el control de los envíos de productos de doble uso, sin obtener respuesta.

Preguntado por Alternatives économiques, el Ministerio de Economía ha respondido que no comenta casos particulares.