Negocios pequeños y vulnerables

Las pymes españolas van por detrás en productividad. Varios factores las ubican entre las menos rentables de la UE

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Septiembre 2024 / 127
Fuerza

Ilustración
Lola Fernández

España va mal en productividad comparada con la media Europea. Sucede en el conjunto de la economía, pero especialmente en las pymes. Según el indicador de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), la productividad, medida como el volumen medio de ventas por empleado, retrocedió el 3,3% el primer trimestre de 2024 frente al mismo periodo del año anterior y es el 2,8% inferior a la del mismo periodo de 2019, el año anterior a lapandemia. "El empleo crece por encima de las ventas y se agrava el problema de productividad que aqueja a las microempresas, pequeñas y medianas empresas y, por ende, al conjunto de la economía española", señala el informe. "Como el volumen de ventas por asalariado disminuye, crece el coste laboral por unidad vendida. Ese mayor peso de los costes laborales reduce los recursos de las empresas para invertir, acometer nuevos proyectos o ganar tamaño", agrega.

¿Cómo hacer crecer la productividad en un país donde el 99,8% de las empresas son pymes, algunas de las cuales tienen unos ingresos que apenas llegan para seguir a flote? ¿Cómo pueden mejorar en este terreno las empresas más pequeñas cuando, además, el aumento del salario mínimo y la reducción del horario laboral pueden poner en juego su propia sobrevivencia? ¿Qué se puede hacer cuando la mayor parte de la actividad económica se desarrolla en el sector de los servicios?

"Decimos desde hace tiempo que nos gustaría aumentar el salario mínimo, pero siempre y cuando no destruya empleo y no pierdan competitividad las empresas. Y en algunos sectores el salario mínimo incide de forma importante, como en el sector de la limpieza, el sector primario, etc.", afirma Antoni Cañete, presidente de la patronal más representativa de las microempresas, pequeñas y medianas empresas y autónomos de Cataluña (PIMEC). "Hace siete años hicimos un congreso e insistimos en que el salario mínimo tenía recorrido para crecer, pero también decimos que no es una subasta y que hay que fijar muy bien los parámetros. Y con respecto a la jornada laboral, insistimos en que este tema debe ser tratado donde es propio, que es en el ámbito del diálogo social, entre trabajadores y empresarios y, sobre todo, en la negociación colectiva. Cualquiera al que le digas que va a trabajar menos y ganar más te va a decir que sí, pero no se puede hacer de forma populista. Es un tema para hablar a 360 grados".

Para CEPYME, la pérdida sostenida de productividad “debe tenerse en cuenta a la hora de abordar cualquier medida que afecte a las empresas, como una reducción de la jornada a 37,5 horas semanales implantada de forma inmediata, sin periodo de adaptación, y sin haber adoptado medidas previas para elevar la productividad".

Costes laborales

A esto se suma el aumento del coste laboral total de las pymes. “Subió el 4,7% interanual, tras 10 trimestres consecutivos con incrementos de al menos el 5%. Dicho aumento se desagrega en un alza del 4,4% del salario medio ordinario y del 5,3% en el resto de costes laborales, como cotizaciones sociales, bonus y horas extra", apunta CEPYME. El incremento acumulado de los costes laborales respecto al primer trimestre de 2021 fue del 21,7% en las pequeñas empresas y del 15,9% en las medianas, algo que viene explicado por las sucesivas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), al ser las pequeñas empresas las más intensivas en trabajadores en este rango salarial. Con todo, los costes operativos totales siguen el 22,5% por encima de los niveles del primer trimestre de 2021.

Al aumento salarial se le suma una ralentización de las ventas,  que crecen al ritmo más bajo desde junio de 2021. "Al eliminar el efecto de la inflación sobre las ventas nominales, el incremento de las ventas se sitúa en un exiguo 0,5% en el primer trimestre de 2024", apunta la patronal. Y, a su vez, han aumentado los costes financieros. El tipo de interés medio pagado por las pymes fue del 4,91%, el segundo más alto desde marzo de 2009.

Si esto fuera poco, se agrega el absentismo. En los últimos 10 años, según un estudio de PIMEC, el absentismo se ha duplicado. "Durante la década de 2013-2023 se ha observado un aumento constante en el número de horas mensuales de incapacidad temporal por trabajador", dice el estudio. "Esta tendencia ha pasado de un promedio de 3,8 horas mensuales en 2013 a 7,5 horas en 2023 (...). Según las encuestas realizadas a las empresas por PIMEC, la incapacidad temporal supone un problema de eficiencia, de productividad y costos, tanto desde el punto de vista de la gestión de bajas como desde el de la actividad económica".

Fiscalidad

"Las microempresas, además, sufren una presión fiscal superior a la de las medianas o las grandes. Y debemos poder negociar para continuar siendo activas. Más del 25% de los convenios están por debajo de las 37,5 horas laborales. Y esto se debe tratar por la dimensión de empresa. No es lo mismo una empresa de 1.000 trabajadoras que una de 10", insiste Cañete. "Y tampoco es lo mismo en según qué sectores. Por ejemplo, en limpieza hablamos de un sector que tiene más del 90% de los gastos en mano de obra. Y hace que el margen no le alcance para el aumento. Cuando, además, hay contratos públicos —y este es el último tema—, se debe ajustar el presupuesto tanto como se ha aumentado el salario mínimo. Lo que sucede es que se toma una decisión de aumentar el salario mínimo o de reducir la jornada. Y lo que no se cambia son los contratos que la propia Administración tiene con las empresas".

Por último, Cañete opina que la productividad no solo es la productividad laboral, sino también los recursos. "Hoy en día debemos hacer que con la misma materia prima podamos producir más. Hay elementos de la productividad que se pueden poner encima de la mesa.  Por ejemplo, ahorrando energía tendrías menos gasto energético y podrías ser mucho más productivo".

Rentabilidad

Los datos que arrojan los estudios de CEPYME ubican a las pymes españolas entre las menos rentables de la UE. "Mientras que la rentabilidad sobre las ventas de las empresas pequeñas es del 13,6% en Bélgica y del 8,8% y 7,2%, respectivamente, en nuestros vecinos Portugal y Francia, en España es del 6,1%. Solo Italia y Croacia arrojan peor ratio de rentabilidad sobre las ventas".

Joe Haslam, director ejecutivo del Programa de Escaleup de la IE Business School, opina que hay tres puntos clave que las pymes españolas necesitan acometer para aumentar la productividad. El primero es un cambio de mentalidad: del “no puedo por esto o lo otro” a una perspectiva más en positivo: “Voy a trabajar como sea para conseguir mi objetivo”. “Mucha gente se queda en la queja y se rinde”, dice Haslam. “Y lo hacen antes casi de empezar, culpabilizando a los otros, ya sea lo que hace el gobierno como lo que puedan llegar a hacer los bancos. Hay que salir de esa dinámica".

El segundo punto es la introducción de nuevas tecnologías, algo que se está haciendo de manera muy limitada. Esto no significa hacerse simplemente una página web, sino introducir herramientas, estudios que permitan conocer el mercado, trabajar el marketing y mejorar los procesos y los productos”.  Y, por último, la escalabilidad. Según Haslam, hace falta buscar en cada caso de qué manera se puede hacer crecer la empresa, para optimizar tiempos y recursos.