En casa hasta los 30

La carestía de la vivienda y los bajos salarios obligan a muchas personas jóvenes a seguir viviendo con sus padres

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Septiembre 2024 / 127
Mujer en ventana

Fotografía
Maryviolet via Getty Images

Independizarse de los padres sigue siendo casi misión imposible para los jóvenes españoles. Los elevados precios de los alquileres y los bajos salarios son los dos motivos fundamentales que les llevan a esperar de media hasta los 30,4 años para abandonar el hogar en el que crecieron, cuatro años más tarde que en el resto de Europa, según datos de Eurostat.

El Observatorio de Emancipación que elabora semestralmente el Consejo de la Juventud de España (CJE) analiza a fondo el fenómeno. Su última edición muestra que la tasa de emancipación —el porcentaje de jóvenes de entre 16 y 29 años que vive fuera de su hogar de origen— cerró el año 2023 en el 17%. Aunque es el mejor dato desde 2020, la tasa no recupera aún su nivel previo a la pandemia de covid-19 (18,6%) y está muy lejos del máximo alcanzado en 2007, antes de que estallara la crisis financiera (26,1%).

Al cierre de 2023, el 83% de los jóvenes españoles seguía viviendo en la casa familiar. Los pocos que pueden independizarse lo hacen cada vez en peores condiciones, en pisos alejados de sus familias y de sus puestos de trabajo y con empleos precarios. “Aunque es cierto que mejora el porcentaje de emancipación entre las personas jóvenes, no podemos celebrar los resultados, ya que este crecimiento es proporcional al empeoramiento de las condiciones”, afirma Juan Antonio Báez, vicepresidente del CJE, en el texto de presentación del informe. Según la entidad, que agrupa a más de 60 organizaciones juveniles de toda España, muchos de los jóvenes que dicen adiós a la casa de sus padres lo hacen por obligación, pues se marchan a otra ciudad que les ofrezca mayores posibilidades de encontrar un trabajo digno o de ampliar estudios.

El CJE alerta de que el problema socioeconómico que ponen de relieve estos datos puede acabar extendiéndose a otros ámbitos. “Si la clase política continúa sin resolver el problema del acceso a la vivienda y la precariedad y pobreza laboral”, subraya Báez, “seguirá siendo responsable del aumento de los problemas de salud mental, del aumento de la desigualdad y de que ser joven en la actualidad sea un factor de riesgo para la vida”.

Aunque la mejora en la tasa de emancipación en 2023 vino acompañada de una subida anual del 4% en el salario de mediano de las personas jóvenes y de un descenso de 1,08 puntos porcentuales en la tasa de paro de los menores de 30 años —hasta el 21,2%, la más baja desde 2007—, el Consejo de la Juventud avisa de que no conviene perder de vista  factores que podrían propiciar un retroceso en el corto y medio plazo. Uno de ellos es el precio de la vivienda en alquiler, que en 2023 alcanzó su máximo histórico. El alquiler mediano de un piso estándar se situó en 968 euros al mes, 88 euros más que un año antes, una ascenso del 10%. Los alquileres, por tanto, subieron 2,5 veces más que los salarios de las personas jóvenes.

Imagen
Alquiler y salarios

Según los cálculos del CJE, el precio de suministros como la electricidad y el gas subió aún más, el 17,3 %, situándose en 163,61 euros al mes de media. En consecuencia, si el salario mediano de una persona joven era en el cuarto trimestre de 2023 de 1.050 euros netos (en 12 pagas), ni siquiera con todo su sueldo podría alquilar una vivienda en solitario, pues al sumar el coste de los suministros le faltarían 125,84 euros. Todo ello sin tener en cuenta gastos como la comida y la ropa.

Poder adquisitivo

Si hiciéramos el cálculo a precios corrientes de 2006, eliminando el efecto de la inflación, el poder adquisitivo de los jóvenes solo ha crecido el 0,9% en dos décadas.

La incorporación plena de los más jóvenes al mercado laboral sigue siendo una asignatura pendiente. El 26,4% de las personas jóvenes empleadas estaban contratadas a tiempo parcial al cierre de 2023, mientras que entre la población no joven el porcentaje era del 11,3%. Otro dato preocupante es que la tasa de actividad de los menores de 30 años era del 53,8%, comparado con el 66,9% en 2007. Ello significa que había menos personas jóvenes trabajando o buscando trabajo a finales de 2023 que 16 años antes.

“La vivienda es un auténtico problema, sobre todo para la gente joven de nuestro país”, afirmó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en noviembre de 2023, al anunciar la composición de su  Gabinete y fijar entre las prioridades para la legislatura el acceso a la vivienda y las políticas para los jóvenes. Del cumplimiento de esas promesas va a depender en buena medida que la situación de los jóvenes españoles en materia de vivienda y trabajo se acerque, por fin, a la de los europeos.