Las políticas de género, contra las cuerdas

El auge de la extrema derecha pone en riesgo medidas para favorecer la igualdad que parecían irreversibles

Comparte
Pertenece a la revista
Marzo 2024 / 122
Feminismo

Ilustración
Furiaaaaa

Audioplayer Icon
Escucha el artículo

Año tras año, la ultraderecha en muchos países del mundo ha ido ganando terreno. Y ha ganado incluso las elecciones en diversos países. Uno de los aspectos más destacables y publicitados de sus programas es revertir lo que denominan “ideología de género”, lo que implica borrar de un plumazo políticas conseguidas por las feministas tras años de pelea. Entre estas políticas están los programas para el derecho a la igualdad de oportunidades y trato en el mundo educativo y laboral, el derecho al aborto y otras políticas que buscan corresponsabilidad en el ámbito de los cuidados.

Los estudios muestran que la resistencia a las políticas ligadas a la igualdad puede incluso aumentar conforme aumenta el voto juvenil. Según el barómetro del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud, prácticamente uno de cada cuatro hombres jóvenes (el 23,1%) considera que la violencia de género "no existe o es un invento ideológico". Se trata de un porcentaje que ha aumentado 11 puntos respecto al barómetro de 2019.

Solo el 30% de los hombres jóvenes estaba de acuerdo en que hay que garantizar por ley “la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los altos cargos públicos y en las listas electorales de los partidos”. Y el 54% de las mujeres. Algunos se sienten incluso atacados. Uno de cada cuatro hombres jóvenes siente que el feminismo “busca perjudicar a los hombres”. Y de hecho, con una afirmación similar: “Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”, opina el 87% de los votantes de VOX y más del 60% de los votantes del PP, según el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género.

Vox aglutinó su mayor número de votantes en las elecciones del pasado año en España en la juventud. Según la encuesta del CIS, el PP y Vox obtenían el voto del 42,5% de ellos. Y en lugares como Argentina, el ultra Javier Milei lograba atraer al 61% de la intención de voto de jóvenes de entre 16 y 24 años.

En aquellos sitios donde los partidos de ultraderecha han ganado, especialmente si los que gobiernan son hombres, muchas de las políticas de género o no ha avanzado o han dado un vuelco.

“La ultraderecha defiende una sociedad patriarcal, que se renueva, que se moderniza incluso”, dice Lina Gálvez, economista feminista y eurodiputada por el Partido Socialista. “Ha entrado en una auténtica guerra cultural contra lo que ellos llaman ideología de género. [El primer ministro húngaro, Víktor] Orbán, por ejemplo, una de las primeras cosas que hizo cuando entró en el gobierno fue prohibir los estudios de género. En muchas partes del mundo se está dando lo que se denomina el gender backlash; el retroceso las políticas de igualdad, de los derechos de las mujeres. En lo relativo a la preferencia de voto, los hombres son los principales apoyos de los partidos de derecha y de extrema derecha, precisamente por su apuesta patriarcal de defensa de sus privilegios de siempre”.

Derecho al aborto

El derecho al aborto es, quizás, la punta de lanza en muchos de los programas de la ultraderecha. En algunos estados de EE UU, donde el derecho al aborto parecía muy afianzado, se ha vuelto 50 años para atrás. En junio de 2022, el Tribunal Supremo revocaba la protección constitucional, amparada por una histórica sentencia de 1973 conocida como Roe vs. Wade. Así, se delegaba en tribunales y autoridades estatales la potestad de restringir la interrupción del embarazo. El sur del país, gobernado en muchos sitios por la derecha, lo restringió. Y, además, generó numerosas disputas entre gobernadores que aprobaron leyes restrictivas y jueces que las bloquearon.

Imagen
Gráfica género

En Francia, el aborto está despenalizado desde la Ley Veil, aprobada en 1975, pero ahora los diputados la han blindado. En enero de este año, la Asamblea Nacional aprobaba la inclusión en la constitución de la “libertad garantizada” de las mujeres para abortar. Fue un espanto para los ultraderechistas furibundos, que dicen que Marine Le Pen no debería estar en las filas de la ultraderecha. Hasta 46 diputados de su partido, entre ellos la propia Le Pen, votaron a favor, solo 12 en contra y 14 se abstuvieron. La ultraderecha viró los ojos hacia Éric Zemmour, que se opone al aborto y al matrimonio homosexual.

Al sur

En Argentina, después de intensas campañas feministas, desde 2021 las mujeres que decidían interrumpir su embarazo podían hacerlo de forma legal y gratuita. Pero en las últimas elecciones ganó el ultraderechista Javier Milei. Tirar atrás la ley es una de sus premisas. Los diputados de La Libertad Avanza (LLA) ya presentaron un proyecto para imponer condenas penales a quienes intervengan en un aborto. Las penas para la madre van de uno a tres años de cárcel. Pero la propuesta de Milei incluso pretende ser más restrictiva que la aprobada en 1921, porque prohíbe el aborto en casos de violación o riesgo para la salud de la madre, algo parecido a lo que aprobó el Gobierno polaco en 2020.

En Hungría,  en 2022 el Gobierno de Orbán aprobó un decreto para reformar la ley del aborto y obligar a las mujeres a escuchar los latidos del feto antes de interrumpir el embarazo. Es algo que ya existe en algunas partes de EE UU, como Texas, y que proponen organizaciones católicas “pro vida” en España. En Italia, aunque Giorgia Meloni ha dicho que no cambiará la ley del aborto, miembros de su partido están presionando para que las políticas se asemejen a las húngaras. Y en España, Vox lleva, como parte de su programa el “promover todas las medidas necesarias para salvaguardar jurídicamente el derecho a la vida desde la concepción”.

Violencia de género

“La violencia de género no existe”, aseguraba en junio pasado José María Llanos, dirigente de Vox en la Comunidad Valenciana. Los votantes de Vox consideran que la Ley Integral de Violencia de Género, según lo explica su propio programa, “consagra la asimetría penal y la desigualdad entre hombres y mujeres". El partido de Santiago Abascal considera que esta ley “ha servido para criminalizar a los hombres”. Y enmarca la violencia en el “ámbito intrafamiliar”.  Vox ya ha conseguido eliminar las concejalías de Igualdad en ciudades como Valladolid, Burgos y Toledo, para sustituirlas por concejalías de Familia.

En temas de violencia de género, sus socios aprobaron en el Parlamento húngaro una declaración institucional contra el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia machista.

Y en EE UU, el Partido Republicano, en su primer año de gobierno, según un informe del Real Instituto Elcano, anuló una serie de medidas entre las que se incluye las que intentan evitar el acoso sexual en el trabajo y el abuso sexual en la escuela y la universidad. Su líder, Donald Trump, fue declarado él mismo culpable de abusar sexualmente de la escritora E. Jean Carroll en la década de 1990 y fue condenado a pagar una indemnización de cinco millones de dólares. Pero eso no le impide presentarse a las elecciones.

Trabajo

Otra de las políticas en riesgo es el de la igualdad en puestos de representatividad. Vox propone eliminar toda legislación “que establezca diferencias laborales entre españoles atendiendo a su sexo, raza u orientación sexual, tales como cuotas, preferencia en la contratación o prevalencia en caso de empate en una oposición”.  Su socia en Italia, Meloni, lo dejó claro, tildando a las cuotas de género como “guetos” para mujeres. Hungría lo tiene más claro todavía. Es el único país de Europa sin mujeres en el Gobierno.

Leyes LGTBIQ+

También peligran el matrimonio gay y las leyes de los derechos LGTBIQ+. Trump ya dijo que si vuelve acabará con “la locura de género”, refiriéndose a la reasignación de géneros, y que impulsará castigos a los médicos que hagan ese tipo de intervenciones. Los transgénero serán expulsados de los programas sociales Medicaid y Medicare. Y si han sido intervenidos antes de la mayoría de edad podrán demandar a sus médicos.

En Hungría, mientras tanto, Orbán ha ido incorporando leyes que limitan los derechos de las personas LGTBIQ+. Ya se impide  a las parejas de gais y  lesbianas adoptar  y se indica como definición de sexo el consignado en el nacimiento.

Por su parte, Vox incluye en su campaña eliminar el uso del término “género” y el concepto de “autodeterminación del género” en  la normativa,  protocolos, planes, manuales, instrucciones, órdenes o notas internas de uso de la Administración y de los libros de texto en la escuela.

Familia

La ultraderecha quiere incentivar que las mujeres tengan más hijos, especialmente en países envejecidos que necesitan migrantes. Puede sonar contradictorio, porque algunas de las políticas propuestas las fomenta el feminismo. Por ejemplo, Meloni aboga por el aumento de las guarderías, como incentivo a la natalidad, sin dejar de trabajar, como ha hecho ella misma. En España, Vox pide desburocratizar la Ley de Dependencia, aunque las propuestas provienen de ideas opuestas al feminismo.

Imagen
Grafica percepción de género