La extrema derecha toma la delantera

El caballo de batalla ultra es el ambicioso plan que el país, uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero de Europa, tuvo que adoptar en 2019

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Junio 2024 / 125
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El desmentido fue mordaz. Más de dos terceras partes de la población neerlandesa votó a favor de candidaturas escépticas con el cambio climático, de derecha y de extrema derecha en las legislativas del pasado noviembre. Con el 23,5% de los votos, Geert Wilders, líder del partido islamófobo PVV, se ha convertido en el amo del juego político. El electorado confirmó esta tendencia al no conceder más que un segundo puesto, y lejano, con el 15% de votos, a la unión electoral de ecologistas y laboristas que dirige Frans Timmermans, el excomisario europeo responsable del Pacto Verde.

Desde la llamada crisis del nitrógeno, en 2019, el medio ambiente se ha vuelto un tema que polariza enormemente a los neerlandeses. Este año, el Consejo de Estado se ha pronunciado sobre dos denuncias de organizaciones no gubernamentales (ONG) que critican que no se respeten las directivas europeas sobre aves y hábitats y piden que el Gobierno reduzca de  forma drástica la contaminación de las fumigaciones con fertilizantes.

Países Bajos tiene 17,5 millones de habitantes, pero 112 millones de cabezas de ganado[en una superficie apenas mayor que la de Extremadura]. Esta circunstancia contribuye a que sea uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI) de Europa. Por otra parte, la pequeña superficie del país comporta una proximidad importante entre las fuentes de contaminación y las zonas protegidas. Las áreas naturales europeas clasificadas como parte de la Red Natura 2000 se encuentran en muy mal estado.

La decisión del Consejo de Estado ha impuesto que los niveles de nitrógeno se reduzcan antes de cualquier autorización de nuevas actividades contaminantes, cuando la ecología había pasado a un segundo plano desde la llegada al poder del primer ministro Mark Rutte, liberal, en 2010. Urge adoptar medidas ambiciosas.

100 km/h por la autopista

El plan lanzado en 2022, dotado de 25.000 millones de euros, prevé la reducción del 50% de emisiones de ahora a 2035, la disminución del 30% del ganado, el cierre de las explotaciones agrícolas más contaminantes cercanas a las zonas clasificadas como Natura 2000 a través de una recompra por el Estado de hasta el 120% del valor de la propiedad y la introducción de un límite de velocidad a 100 km/h en lugar de 130 km/h en las autopistas entre las 6.00 horas y las 19.00 horas.

Los gobiernos de coalición sucesivos dirigidos por Rutte se han enfrentado a una violenta protesta del sector agrícola. En las elecciones provinciales de marzo de 2023 la gran sorpresa fue el triunfo del Movimiento Campesino-Ciudadano, un partido populista y euroescéptico enmarcado en las siglas BBB.

Más tarde, en noviembre del año pasado, Mark Rutte dimitió debido a un profundo desacuerdo con sus aliados de centroizquierda acerca de una reforma drástica del derecho de asilo, lo que precipitó la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas. De ellas salió vencedor el partido de extrema derecha de Geert Wilders, que el pasado 15 de mayo anunció un pacto para formar gobierno con tres partidos de centro derecha, con el cabeza del Ejecutivo por acordar.

El manifiesto climatoescéptico del islamófobo PVV de Wilders afirma que Países Bajos es responsable de menos de una parte pequeña de emisiones de CO2 en el mundo y que, en consecuencia, el país bien puede librarse de todas las medidas y de todos los planes climáticos “histéricos” decididos por la Unión Europea y los gobiernos nacionales precedentes.

La formación de Wilders, aliado de Le Pen en el Parlamento Europeo, sin duda engordará las filas de los enemigos del Pacto Verde.