Comparte
Pertenece a la revista
Febrero 2023 / 110
Fotografía
El acuerdo para aplicar un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales que operan en la UE ayuda a devolver soberanía fiscal a los Estados.
Llevábamos desde el acuerdo mundial firmado por 137 países en octubre de 2021 esperando el siguiente paso en materia de lucha contra los paraísos fiscales. Y se dio el pasado de diciembre, cuando los Veintisiete alcanzaron un acuerdo que permite aplicar un impuesto de sociedades mínimo del 15% sobre las multinacionales que operan [ya sea la matriz o una filial] en el seno de la Unión Europea. La UE toma así el liderazgo en la trasposición de un acuerdo mundial. Es poco frecuente que sea líder en un ámbito económico, de modo que el hecho merece ser celebrado.
En concreto, las empresas cuya cifra de negocios supere los 750 millones de euros y que transfieran de forma artificial sus beneficios al extranjero deberán contribuir con un tipo efectivo mínimo del 15% sobre sus ganancias (la medida afecta a entre 1.800 y 2.000 compañías). Ello representa un golpe contra los paraísos fiscales.
Nuevas reglas del juego
El caso LuxLeaks y otras revelaciones han demostrado que las multinacionales llegaban a negociar en secreto tipos impositivos efectivos del orden del 1% al 3% con estos territorios parásitos.
A partir de ahora, cuando una multinacional sea gravada en uno de ellos con un tipo fiscal tan débil, deberá pagar a la hacienda de su país de origen la diferencia respecto del 15%, lo que supone un verdadero cambio en las reglas de juego. Es un avance que ayuda a devolver soberanía fiscal a los Estados frente al uso creciente de paraísos fiscales por parte de las empresas.
La próxima etapa es reabrir las negociaciones para elevar el tipo hasta el 20% o el 25%
Según las últimas estimaciones de Ludvig S. Wier, ministro de Finanzas de Dinamarca, y del investigador de Berkeley Gabriel Zucman, la parte de beneficios internacionales de las firmas ubicadas en paraísos fiscales ha pasado de menos del 2% durante la década de 1970 a cerca del 40% en la actualidad.
Algunas exenciones
Aun así, se han pactado exenciones. Por ejemplo, China deseaba que sus empresas que empiezan a desarrollarse a escala internacional, y que pagan por debajo del 15%, no entraran dentro del perímetro cubierto. Otros países han hecho valer que, para desarrollarse, necesitan captar actividad real, no artificial, de las empresas. Si el tipo es inferior al 15%, pero la actividad económica es real, harán falta 10 años para alcanzar de forma progresiva, año a año, ese 15%.
De este modo, el acuerdo internacional que va a aplicar Europa no pone en cuestión la competencia fiscal que pueden practicar los Estados para atraer actividades económicas reales, y enmarca las prácticas fiscales dudosas de las empresas en connivencia con los paraísos fiscales. Cada país es libre de fijar cuál es su impuesto nacional sobre los beneficios al nivel que desea.
Si todos los paraísos fiscales suben su tipo fiscal al 15%, la base fiscal volverá a cada país.
Próxima etapa: reabrir las negociaciones para elevar el tipo hacia el 20% o el 25%.
