España se rearma

Como había anunciado Pedro Sánchez, España ha aumentado este año los fondos para Defensa, y lo ha hecho en un 23,44%, según cifras oficiales.

El año pasado votaron a favor del aumento del gasto militar el PSOE, el PP y Vox, con la oposición de Unidas Podemos. El aumento viene justificado por la guerra de Ucrania. Pero, en cualquier caso, no es una decisión que haya tomado España por separado, sino que es un pacto que incluye a todos los países de la Unión Europea. En parte, responde a la presión de la OTAN, que reclama a los países un aumento del gasto de hasta el 2% del PIB.

El dinero destinado a Defensa (que incluye partidas para el Ministerio, organismos autónomos militares y el Centro Nacional de Inteligencia, CNI) es oficialmente de 14.453,8 millones de euros, lo que vendría a ser de poco más del 1% del PIB. Sin embargo, según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, un centro pacifista de referencia en el análisis sobre presupuestos de defensa, el gasto es mucho mayor; de hecho, casi el doble. 

 

En su último informe, El colosal aumento del presupuesto militar del Estado de 2023, explica que la misma OTAN, para homologar los criterios del gasto militar de todos sus miembros, aconseja que se añadan también a ese presupuesto partidas que el Gobierno ha incluido en otros ministerios. Estos son las clases pasivas militares (a la que se han destinado este año 4.015 millones de euros); la Guardia Civil como cuerpo militarizado (3.672 millones); los créditos en I+D asignados al Ministerio de Industria y destinados a empresas militares para producir nuevos armamentos (1.601 millones); la mutua militar ISFAS (700 millones); las pensiones de guerra (81 millones), y las aportaciones a organismos militares internacionales desde Asuntos Exteriores, como la misma OTAN (a la que se han destinado 236 millones de euros).

 

Además, el informe incide en la diferencia entre las cantidades presupuestadas inicialmente, cuando se aprueban los Presupuestos Generales del Estado, y las ejecutadas al final de año. Esta parte final “siempre supera los 1.000 millones, en su mayoría destinados a sufragar las misiones militares en el exterior”, explican desde el Centro Delàs. Extrapolando la media de los últimos cinco años, prevén que a final de 2023, la cifra real alcance los 1.449 millones de euros.

Pero hay más. Los intereses del endeudamiento del Estado para llevar a cabo inversiones militares tampoco se toman en cuenta en los Presupuestos. “Es lógico que la parte proporcional de esa deuda correspondiente a defensa se compute como gasto militar (1.409 millones de euros)”, agregan. Teniendo todo esto en cuenta, “el gasto militar que el Estado español destinará en 2023 alcanza la colosal cifra de 27.617,45 millones; cosa que equivale a 75,7 millones diarios o a 582 euros anuales por habitante y el 2,17 % del PIB”. Es más de lo que pide la OTAN y casi el doble que lo dicho oficialmente en los Presupuestos.

2% del PIB. Gasto en defensa que la OTAN reclama a los Estados miembros. Si se suman gastos militares en otras partidas, España ya supera ese porcentaje

 

"El apoyo que hace el Ministerio a las industrias del sector militar es el doble que el año anterior”, apunta Xavier Bohigas, uno del autores del informe del Centro Delàs, doctor en Física e investigador en los ámbitos del armamento nuclear, gasto militar, I+D militar y empresas de la industria militar. “Son ayudas en forma de créditos con unas condiciones muy ventajosas”.

 

Parte de ese presupuesto militar sirve para apoyar la industria de las armas. España está entre los 10 primeros exportadores del mundo  en ese terreno. Según el Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), España se sitúa, año tras año, entre el séptimo y el décimo país exportador de armas tras Estados Unidos, Rusia , Francia, Alemania, China y Reino Unido. En el último año, Ucrania ha entrado a la lista destacada de clientes de armas españolas, con compras por valor de 210 millones de euros.

 

 

“Déjense de eslóganes y vamos a trabajar de verdad por la paz”, es la respuesta que ha dado la ministra de Defensa, Margarita Robles, a las preguntas de los diputados de su propia coalición de Gobierno y de Esquerra Republicana de Catalunya sobre estos temas. La ministra sostiene que hay 34 guerras declaradas en el planeta y en contra de ellas "está todo el mundo". El apoyo del Gobierno, según Robles, va justamente destinado a misiones internacionales para "trabajar por la paz"; y todo se enfoca en un contexto de guerra, donde España ha asumido unos compromisos ya hace muchos años dentro de la OTAN y, además, participa de forma defensiva y no ofensiva.

Efectivamente, los compromisos internacionales adquiridos son ya antiguos. Y la política cuenta con mayoría parlamentaria. 

 

 

“No ha habido cambios significativos entre los diferentes gobiernos", concluye Alberto Estévez, portavoz de la campaña sobre comercio de armas de Amnistía Internacional. "En el nivel de diálogo y escucha, este Gobierno es más sensible, pero en la realidad las medidas concretas han sido contadas con una mano”. 

Para muestra, está la comparativa de aumentos presupuestarios en defensa, sanidad, educación y otros fines, donde defensa se lleva un buen trozo de pastel.  El 23,44% de aumento para defensa frente al 6,51% para sanidad y el 6,15% para educación.