Cuello de botella en el autoconsumo

Aunque las conversaciones para solucionarlo están ya en marcha, a día de hoy, cuando una comunidad de personas quiere tramitar la puesta en marcha de un sistema de autoconsumo energético colectivo, el trámite puede tardar más de un año. Y a veces la burocracia puede ir tan allá que el grupo termine por darse por vencido. 

Para conseguir poner el sistema en modo on, el proceso de acceso y conexión a la red es complicado. Y debe pasar varios obstáculos. Uno de los más importantes es responsabilidad de las distribuidoras, que son acusadas por los grupos pro autoconsumo de retrasar y poner trabas a las instalaciones. Las cinco principales distribuidoras de electricidad en España —Endesa, Iberdrola, E-Redes Distribución (Grupo EDP), Unión Fenosa Distribución (UFD) y Viesgo— son las encargadas de aprobar o desaprobar las instalaciones.
La Alianza por el Autoconsumo Energético, integrada por más de 70 entidades que apoyan y fomentan el autoconsumo de energías limpias, entre las que se encuentran asociaciones de consumidores, ecologistas, empresas y sindicatos, señala en una nota de prensa principalmente a E-distribución (Grupo Endesa) y UFD (Naturgy).

Comienza la negociación

El pleito, que dura ya meses, culminó recientemente en la creación de una mesa de diálogo, con tres reuniones en diciembre pasado. No se esperarn resultados hasta los próximos meses.

En la mesa participan, además de representantes de la Alianza por el Autoconsumo, las empresas distribuidoras, las principales asociaciones de renovables, comercializadoras, asociaciones de consumidores e instaladores y representantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (I DAE), el Ministerio para la Transición Ecológico y la Comisiúm Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Raquel Paule, coordinadora de la Alianza por el Autoconsumo, explica que se está trabajando para que los requerimientos que se piden dejen de ser desproporcionados en la activación de las instalaciones. “Además, buscamos un protocolo unificado y la creación de la figura del gestor del autoconsumo; alguien que ayude a los interesados y ponga un orden”.

Una de las medidas solicitadas por el grupo es la estandarización de trámites entre distribuidoras, las mejoras en el acompañamiento y comunicación con el cliente y la necesidad de crear estadísticas nacionales de autoconsumo y autoconsumo colectivo.

“Esperamos que las mesas sirvan para mejorar la situación”, dicen desde la Alianza. “El autoconsumo colectivo, aunque se permite en la normativa, en realidad es prácticamente inexistente. Solamente el 1% del autoconsumo instalado es colectivo. Así no es posible que el 70,8% de los ciudadanos españoles, que residen en bloques de viviendas, accedan a los beneficios económicos, ambientales y sociales del autoconsumo”. De momento, se está llegando a acuerdos que se implementarán en un plazo corto de tiempo, aunque Paule no se cree hasta que no vea que efectivamente todo funcione mejor.

Víctimas del sistema

Desde Endesa, una de las empresas apuntadas por la Alianza, dicen que no ha habido trabas intencionadas, sino que ellos también son víctimas de un sistema que no permite avanzar. “Nuestra filial de redes, e-distribución, está trabajando activamente para agilizar la tramitación de los diferentes tipos de autoconsumo”, explican en un comunicado. “La tramitación de estas instalaciones es un procedimiento fijado por el regulador que es especialmente complejo en el caso de las instalaciones colectivas, en bloques de viviendas y en comunidades de vecinos. En las comunidades de vecinos, la regulación prevé la implicación de hasta siete agentes en el proceso de tramitación: el cliente, la comunidad de propietarios, el instalador, el ayuntamiento, la Comunidad Autónoma, la distribuidora y la comercializadora”.
 

Desde la empresa explican que la comunidad, cuando son instalaciones con potencia instalada de más de 15kW o en suelo no urbanizable, debe solicitar el permiso de acceso y conexión a la empresa distribuidora de energía, así como obtener las licencias necesarias del ayuntamiento. En estos casos es fundamental coordinarse con la compañía distribuidora para firmar las Condiciones Técnicas de Acceso (CTE), firmar el Contrato Técnico de Acceso (CTA) y programar una inspección de la instalación de enlace, para asegurar la seguridad de la misma. También es preciso tramitar el Certificado de Instalación Eléctrica (CIE) ante la autoridad autonómica correspondiente para legalizar la instalación. Por último, una vez conectada la instalación a la red, Endesa explica que cada usuario debe, a través de su empresa comercializadora o de un gestor de autoconsumo (administrador de la finca, empresa de servicios energéticos, comercializadora, etc.), enviar el acuerdo de reparto de la energía firmado por los vecinos y completar un archivo según un formato específico proporcionado por la entidad reguladora, que muestre los coeficientes de reparto de dicho acuerdo. “Este último paso puede resultar bastante engorroso, porque un simple fallo tipográfico puede invalidar el archivo. La tramitación no es sencilla, las distribuidoras se encuentran a menudo con información incompleta que no cumple con lo que establece la regulación, o con configuraciones o instalaciones de enlace que no cumplen con los requisitos de seguridad y, en un proceso en el que intervienen diversas administraciones y agentes, los plazos se alargan. Además, el volumen de solicitudes de contratación de autoconsumo colectivo está creciendo exponencialmente”.
Parece que todas las partes pueden ponerse de acuerdo para agilizar los trámites. En los próximos meses se verá.