Aviso de perturbaciones

 La economía mundial puede verse, en 2023, sometida a una dura prueba

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Abril 2023 / 112

El año 2022 estuvo marcado por la guerra de Rusia contra Ucrania, el resurgimiento de brotes de la covid-19, fundamentalmente en China, y por un considerable y generalizado aumento de la inflación, que merma el poder adquisitivo de los hogares y aumenta los costes de algunas empresas. Sin embargo, no hay recesión. La actividad económica creció en un 3,4% en 2022, según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI). En Europa, esa resistencia “se debe, en parte, a la ayuda pública —de alrededor del 1,2% del PIB de la Unión Europea— que recibieron los hogares y las empresas afectadas por la crisis energética”, según estiman los economistas del Fondo, “así como por el dinamismo provocado por la reapertura de los países” tras los múltiples confinamientos del año 2021. Incluso en Alemania, gran país exportador, que tradicionalmente sufre más que sus vecinos por la disminución del comercio mundial, la actividad aumentó el 1,9% en 2022.
Globalmente, el crecimiento mundial sigue siendo inferior a la media observada entre 2000 y 2019 (3,8%). Y, lo que es más importante, las perspectivas para 2023 no son de color de rosa, por varias razones. “Los efectos positivos de la reapertura de los países parecen atenuarse”, constatan los economistas del FMI. Automáticamente, el crecimiento del año en curso será menor. Además, el rápido aumento de los tipos de interés llevado a cabo por los bancos centrales para frenar la inflación aumenta el coste de la deuda, reduciendo, por tanto, la demanda con el peligro de frenar la actividad. “El 84% de los países deberían tener una inflación global menor en 2023 que en 2022”, calcula el FMI. Pero aún se está lejos del nivel al que aspiran las instituciones monetarias (en torno al 2%), por lo que puede prolongar este periodo de restricción.
En China, el bajo nivel de vacunación, la escasez hospitalaria y la crisis latente del sector inmobiliario pueden frenar la recuperación esperada por las autoridades tras haber abandonando la política cero covid, y perturbar las cadenas logísticas mundiales.
El FMI señala también riesgos en el plan energético. Por varias razones, Europa se ha beneficiado este invierno de un precio del gas más bajo del esperado, pero “con la gran reducción del flujo procedente de Rusia, será difícil renovar los stocks antes del próximo invierno, sobre todo si es muy frío y la demanda de energía de China aumenta”, explican los expertos del Fondo, que temen, además, los efectos de “una fragmentación geopolítica” mundial de los movimientos de capitales, de trabajadores, de los pagos internacionales y de las cadenas logísticas. En resumen, la economía mundial puede verse, en 2023, sometida a una dura prueba.

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Gráfico PIB