Un refugio para aprender, cuidar y vivir

La cooperativa Ecooo rehabilita una aldea despoblada en la Ribeira Sacra para convertirla en un espacio de intercambio de ideas, introspección y disfrute personal

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Junio 2024 / 125
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Ubicada en el corazón de Galicia, la Ribeira Sacra es una comarca de incalculable valor ecológico, histórico y paisajístico. Formada por cañones, sierras, llanuras y valles, la enorme variedad de flora y fauna que alberga y un legado cultural vivo propiciaron su declaración como Reserva de la Biosfera junto con las sierras del Oribio y el Courel por parte de la Unesco en 2021.

En ese entorno privilegiado, la cooperativa madrileña Ecooo, dedicada a promover un modelo energético sostenible y justo, ha comprado la aldea abandonada de Donelle con la intención de rehabilitarla y convertirla en un “refugio climático” consagrado al aprendizaje, la experimentación y el disfrute de la naturaleza. La aldea consta de tres espacios: una casona y dos palleiras, lugares donde tradicionalmente se guardan la paja seca y los aperos de labranza. Está previsto que los trabajos de rehabilitación concluyan a finales de 2025.

José Vicente Barcia, coordinador del proyecto, bautizado como Guardabosques, explica que el elemento central de la aldea será  la formación. En ella se impartirán cursos sobre derechos humanos, energía sostenible, economía justa, feminismo y otros temas, “siempre con una visión progresista, crítica y transformadora”, subraya Barcia. También habrá un hotel y se organizarán retiros de yoga y otras actividades de desarrollo personal.

Con la aldea en obras, los cursos han comenzado a impartirse en la cercana Casa Grande de Rosende. La ecofeminista Yayo Herrero fue la primera en compartir sus conocimientos en mayo pasado con un curso titulado Horizontes de utopías alcanzables, y el naturalista Joaquín Araújo hizo lo propio días después con un seminario sobre La decente docencia de los bosques.  Para el mes de junio están programadas sendas intervenciones del actor Pepe Viyuela y el pensador Amador Fernández Sabater.

Barcia define Guardabosques como un proyecto de “custodia del territorio”. La idea es ir un paso más allá en la defensa de un mundo sostenible y pasar directamente a la acción. Con ese propósito, Ecooo ha comenzado a comprar bosques cercanos a la aldea para frenar la tala de árboles y también prados para reforestar y recuperar sus usos tradicionales como pastizales. Se ha llegado a acuerdos con ganaderos de la zona para que las vacas y las ovejas puedan pastar en ellos sin prestación económica alguna. “Una cosa muy importante: queremos habitar el lugar, no colonizarlo”, afirma el coordinador del proyecto, quien recalca que todas las actividades se están llevando a cabo con el conocimiento y la colaboración de la población y de empresas locales.

Inversores particulares

Guardabosques parte de la decisión de diversificar las líneas de acción de Ecooo, siguiendo los mismos criterios que guían la actividad principal de la cooperativa: la instalación de placas fotovoltaicas con participación ciudadana. El proyecto se financiará por dos vías: recursos propios de Ecooo y aportaciones particulares a partir de 1.000 euros, que tendrán un interés del 1,5% hasta que el proyecto arranque y que después dependerá de los ingresos que se vayan obteniendo en el futuro.

El precio de los cursos incluye alojamiento y comida, y hay becas a disposición de las personas que no puedan pagar el importe completo. Quienes inviertan en el proyecto tendrán descuentos en los cursos y también en el hotel fuera de temporada alta.

Guardabosques servirá también para practicar lo que sus responsables llaman “turismo lento” o “turismo de lluvia”. Se trata, afirma Barcia, de “desconectar de los teléfonos móviles, conectar con el presente y compartir tiempo con un buen vino al calor de la chimenea”.

 

Para más información, guardabosques@ecooo.es