Too Good to Go: demasiado bueno para perderse

La empresa creada por dos jóvenes para luchar contra el desperdicio alimentario se hace grande

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Abril 2024 / 123
Lucie Basch
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En el mundo se desechan más de 79 toneladas de alimentos por segundo. Esto equivale a más de 2.500 millones de toneladas anuales. Lo explican desde la empresa Too Good to Go, famosa por su aplicación, que permite a los establecimientos ofrecer a personas consumidoras paquetes sorpresa (nunca se sabe lo que hay dentro) con alimentos no vendidos al cierre del día a precios reducidos. Este enfoque no solo facilita el aprovechamiento de alimentos que de otro modo se desperdiciarían, sino que también representa un ahorro para quienes los consumen. Por cada paquete salvado a través de la aplicación, la plataforma aplica una pequeña comisión al establecimiento.

La idea surgió en Dinamarca en 2016. Lucie Basch y Jamie Crummie compartían el sueño de encontrar una solución a la enorme cantidad de comida que se desperdiciaba en los bufés de los restaurantes. Desde que pusieron en marcha la plataforma hasta la actualidad, la empresa ha experimentado una expansión brutal. Ha llegado a 17 países y ha logrado congregar a 85 millones de personas usuarias junto con 155.000 establecimientos.

Rol activo del consumo

"En España, nuestra plataforma ha alcanzado logros significativos desde su lanzamiento en 2018", afirman representantes de Too Good to Go. Con más de siete millones de personas usuarias y 20.000 establecimientos participantes, la aplicación calcula haber conseguido salvar más de 18 millones de paquetes de alimentos.

El impacto del desperdicio alimentario trasciende lo meramente económico. Repercute en el medio ambiente a través de la generación de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero. La FAO estima que un tercio de los alimentos producidos globalmente se pierde o desperdicia, lo que equivale a 1.300 millones de toneladas anuales. Este derroche implica no solo una pérdida económica, sino también un considerable despilfarro de recursos naturales.

La aplicación también quiere tener un papel educativo, fomentando entre las personas consumidoras una mayor conciencia sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario. Al participar en esta economía circular, las personas usuarias no solo adquieren alimentos a menor costo, sino que también adoptan un rol activo en la promoción de un consumo más sostenible y responsable.

Según al empresa, cada mercado en el que la aplicación se introduce ha mostrado una respuesta positiva, y ha evidenciado una creciente preocupación por el desperdicio alimentario y un interés compartido en encontrar soluciones eficaces.

La empresa colabora, además, con algunas organizaciones sociales como Acción contra el Hambre, a través de donaciones económicas que se pueden hacer mediante la aplicación, y están trabajando en buscar nuevas soluciones que ayuden a seguir creando más impacto en este sentido.