Cooperativismo hasta después de la muerte

Una organización sin ánimo de lucro explora alternativas para evitar que la lógica del beneficio se imponga en los servicios funerarios

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Octubre 2023 / 117
Cooperativismo funerarias

Ilustración
Furiaaaaa

El cooperativismo ha avanzado mucho en los últimos años, hasta el punto de que ya es posible vivir con opciones de economía social en casi todos los ámbitos de la vida, desde la escuela hasta el hospital, pasando por la energía, la banca, las telecomunicaciones y la información. Muy pronto alcanzará incluso un terreno ignoto: hasta después de la muerte.

Literalmente: la nueva cooperativa Recer, que está ya en el tramo final de su constitución en Cataluña, se propone ofrecer servicios funerarios y de acompañamiento tras el deceso  desde planteamientos de “fraternidad, transparencia y ayuda mutua”, en los antípodas del negocio de la muerte que tanto ha crecido en los últimos años en España.

El proceso de concentración empresarial de funerarias ha creado varios gigantes en un sector que cada vez se guía más por los criterios de maximización de beneficios, como en cualquier otro activo financiero. El líder del sector, Mémora, ahora propiedad del grupo cotizado Catalana Occidente, declaró en 2022 un beneficio neto de 543 millones de euros.

Recer agrupará bajo la fórmula de cooperativa de consumo sin ánimo de lucro a 14 entidades vecinales de la comarca del Bages (Barcelona) que mantenían un modelo para afrontar los entierros a través de las asociaciones de vecinos,  algo muy común el siglo pasado, pero que ahora empezaba a languidecer si no se unían esfuerzos. 

5.000 socios

La nueva entidad será una realidad gracias al impulso del programa de Proyectos Singulares de la Generalitat de Cataluña y su estructura de ateneos cooperativos, y nacerá con alrededor de 5.000 socios: la suma de los que tenían las 14 entidades promotoras. A partir de 2024 estará abierto a los miembros individuales de toda Cataluña.

En esta fase inicial, la cooperativa persigue un doble objetivo: por un lado, reducir el coste de los entierros, que han ido creciendo a medida que avanzaban los planteamientos mercantilistas en el sector, negociando con las principales funerarias paquetes cerrados con tarifas especiales para sus socios. Por el otro, aportar tranquilidad a las familias en momentos tan difíciles apartándolas de toda la presión con fines lucrativos derivada de la lógica del beneficio.

“Cuando fallece la persona querida, los familiares ya no tienen que negociar nada con la funeraria ni ocuparse del dinero: basta con aplicar las condiciones pactadas de antemano por Recer, que gracias al importante volumen de socios y a que no tiene ánimo de lucro serán mucho mejores que las que pueda ofrecer el mercado”, explica Toni Leal, el presidente del consejo rector de la cooperativa. Leal, que ya dirige la entidad vecinal que afronta los entierros en Cabrianes, con 238 socios en una pedanía de poco más de 300 habitantes, estima el coste de un entierro básico por esta vía en entre 2.000 y 3.000 euros, muy por debajo de las tarifas habituales, que además engordan fácilmente como consecuencia de la acción comercial de las funerarias en momentos de extrema vulnerabilidad de los clientes.