De las quimeras a los proyectos de verdad

Muchas iniciativas que no encuentran cabida en la banca tradicional son posibles gracias al apoyo de las finanzas éticas.

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Diciembre 2022 / 108

Ilustración
Andrea Bosch

Muchas iniciativas que no encuentran cabida en la banca tradicional son posibles gracias al apoyo de las finanzas éticas. Lo hacen en toda España y también en proyectos internacionales que permiten desarrollar economía social y sostenible más allá del océano. 
En este artículo hay cuatro ejemplos de ello.
 

CHAJUL, Asociación Chajulense Va'l Vaq Quyol

La Asociación Chajulense Va'l Vaq Quyol (Chajul) es una pequeña asociación de productores de café fundada en el año1988, con sede en San Gaspar Chajul, un pueblo del occidente de Guatemala. Esta asociación procesa y exporta café orgánico de alta calidad y ofrece, además, servicios de ecoturismo. Las ganancias obtenidas con esas actividades se trasladan a los miembros de la asociación para ayudarles a mejorar sus medios de subsistencia.
OikoCredit mantiene desde hace años una línea de crédito para el acopio de café de los pequeños productores. “Esto nos ha servido para que cada año logremos acopiar, procesar y exportar nuestro café orgánico y comercio justo hacia Europa y Estados Unidos”, explica Arcadio Daniel Galindo, de Va'l Vaq Quyol. En los últimos 30 años se han beneficiado cerca de 1.500 agricultores y agricultoras y sus familias, lo que se calcula en un apoyo indirecto a unas 5.000 personas. 
Gracias a esta y a otras ayudas,  los asociados no solo han podido aumentar ingresos, sino ganar en resiliencia y mejor nutrición al mejorar productividad agrícola y promover alternativas de diversificación.
 

Biciclot

Mucho más cerca, en Barcelona, Coop57 ha dado un crédito de 87.000 euros a la cooperativa Biciclot. Esta cooperativa promueve la bicicleta como un medio de transporte ecológico, económico, saludable y por la movilidad sostenible. Da servicios a las personas amantes de las bicicleta y a las entidades que quieren hacer un mundo mejor a través de ella.
“Desde hace tiempo, de la mano de Coop 57, hemos podido ir alcanzando objetivos y realizando proyectos e inversiones en la cooperativa”, cuentan desde Biciclot. “La primera partida que recibimos por parte de Coop57 fue en el año 2005 con un préstamo para financiar la compra de una flota de bicicletas y accesorios para la realización de las actividades que promueve Biciclot. La última ha sido en el año 2022 a través de un préstamo para la compra de bicicletas de carga eléctricas, vehículos para desarrollar y promocionar  la actividad de ciclologística de proximidad”.
Durante todo este tiempo Biciclot ha ido consolidando su proyecto, gracias también al acompañamiento de Coop57, que ha ayudado a las personas socias en la aportación de capital para el fortalecimiento de la cooperativa. “Pero, sobre todo, la aportación más destacable de Coop57 ha sido el préstamo para la rehabilitación del nuevo local de Biciclot y que nos llevó a nuestra sede actual, Can Picó, una antigua nave industrial construida en el año 1907 y ahora catalogada como Bien de Interés Urbanístico y Patrimonio Industrial de Poblenou (Barcelona), que tras años en desuso, sufriendo vandalismos y diferentes ocupaciones, fue cedida a la cooperativa Biciclot por el Ayuntamiento de Barcelona”, agregan.
Las 30 personas que forman parte de la cooperativa se han visto directamente beneficiadas de estas ayudas, pero también, indirectamente, personas y entidades que han disfrutado de las actividades y proyectos especialmente de la Asociación BiciHub, el “primer centro de referencia  de la  movilidad sostenible”.
En el año 2021 Biciclot colaboró con más de 70 centros educativos, lo que ha permitido llegar a alrededor de 3.000 jóvenes, niños y niñas. Han realizado 47 cursos para aprender a montar en bicicleta y cursos de mecánica. “En nuestra nueva sede",  concluyen, "mucho más amplia y mejor equipada, se realizan, además, unas 1.000 horas de formación prelaboral al año con, aproximadamente, la participación de 225 alumnos y alumnas”.
Biciclot también contrata seguros éticos con entidades registradas con el sello EthSI.
 

Teatro La Virguería

También en Barcelona, en este caso Fiare Banca Ética apoya con 30.000 euros a las socias de La Virguería, una compañía de teatro nacida en 2009 con la aspiración de transformar y mejorar la sociedad a través del teatro, la poesía, y la cultura en general. Les apoya mediante una póliza de crédito, que va sujeta a subvenciones o contratos ya cerrados, dándoles un adelanto. Este año, por ejemplo, ya les han adelantado 15.000 euros. 
“Tenemos los 30.000 euros disponibles, pero eso es lo que pagamos por la parte que utilizamos. No sabemos siempre lo que podemos llegar a necesitar, así que para la parte que no utilizamos, pero tenemos disponible, solo se cobra el 1%, como un mantenimiento”, dice Júlia Ribera, de La Virguería. “No es un crédito al uso. Nos da más flexibilidad”.
Por ejemplo, el crédito de Fiare les sirve para adelantar los gastos de la subvención plurianual de Cultura, para hacer producciones de artes escénicas. Fiare avanza el 50% de la subvención. Con ello se han pagado los picos de gasto de actores, diseñadores y más personas implicadas en el montaje de los espectáculos, cuyos ingresos pueden tardar años en llegar. “El mundo del teatro es muy complicado. A no ser que consigas que te produzca un teatro público como el Teatro Nacional, una sala pequeña vas a taquilla. Y eso es difícil. En salas de 100 personas es poco dinero y se tarda mucho en recuperar la inversión”.
Al principio, las tres socias que formaron la empresa no conocían la banca ética. Fue a partir de un espectáculo en 2013 sobre la industria de las armas, la guerra y el negocio bancario que está tan cerca de esta industria, cuando decidieron salir de los bancos tradicionales. Y gracias a ese cambio siguen haciendo posible espectáculos sobre todo tipo de temáticas sociales, desde la reinserción de las presas, a enfermedades mentales, ecologismo y otros temas.
 

Alzheimer Canarias

Los proyectos son muy diversos. Cruzando el mar, no tan lejos como América Latina, en Gran Canaria, Triodos Bank ha ayudado a la Asociación Alzheimer Canarias. Esta entidad nació como resultado de la preocupación de una serie de profesionales y familiares por la situación de los enfermos de Alzheimer y otras demencias en la isla de Gran Canaria. 
La entidad nació en 1995 y desde entonces ha sido la representante de los enfermos y sus familiares frente a la Administración pública, tanto de tipo sanitario como social. Han puesto en marcha una serie de servicios agrupados en torno a tres líneas principales: atención domiciliaria, psicológica y social.
Ángel Flores Rodríguez, de la asociación, explica que el crédito de Triodos Bank les ha permitido crear un centro residencial, uno de los principales objetivos de la asociación. “Ya gestionábamos un centro de día y servicios domiciliarios y solo nos faltaba la residencia. Esto significaba poder cubrir las necesidades de las familias desde el comienzo de la enfermedad hasta sus últimas fases. Tras estudiar diferentes propuestas, la de Triodos Bank fue la única que hacía viable el proyecto y fue clave para poder iniciar las obras de reforma del edificio que albergaría la residencia”.
Cuatro años después de su inauguración, esta residencia ya es referencia. El centro residencial tiene actualmente 26 plazas, ocupadas prácticamente desde su inauguración y hay lista de espera. Las familias no solo se benefician de las cualidades de una residencia, sino que además, se trata del único centro especializado de Alzheimer de la isla y ayuda a mantener la calidad de vida de los usuarios.
En el futuro,  esperan poder  aumentar el número de camas. “La alta demanda ha hecho que nos planteemos reubicar espacios y aumentar la oferta. De este modo, podremos cubrir las necesidades de un mayor número de familias. Para este proyecto sabemos que contamos con el apoyo de Triodos Bank y esperamos llevarlo a cabo a medio plazo”, concluye Flores Rodríguez.