Bees coop, el supermercado cooperativo que triunfa en Bruselas

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Bees coop es un supermercado que sigue las enseñanzas cooperativas de las abejas. Estos animales forman comunidades que priman el beneficio común antes que el individual, y con esa idea nació Bees Coop, la cooperativa Bruselas Ecológica, Económica y Social, que tiene ya más de 3.000 socios.

Se fundó en 2014 con el objetivo de crear una alternativa a la distribución masiva y tradicional de alimentos. "La comida sana y sostenible solo era accesible para los ricos", explica Bistra Ivanova, socia de la cooperativa. "El formato de consumidores pasivos que las grandes cadenas reproducen genera falta de transparencia y de calidad humana. Además, los productores reciben mucha presión para incrementar los márgenes y beneficios".

En oposición a la distribución masiva, Bees Coop fomenta la participación de los consumidores a través de la cooperación y la autogestión. "Es una cooperativa sin ánimo de lucro y todos los beneficios son reinvertidos para reducir los márgenes de los productos o para mejorar las instalaciones", dice Ivanova.

El supermercado se cimenta sobre tres valores: sostenibilidad, solidaridad y transparencia, que se traducen en conductas concretas como permitir el acceso a alimentos sostenibles al mayor número de personas posible; fomentar el crecimiento de la economía local mediante la creación de asociaciones a largo plazo con productores locales y regionales; crear un espacio de convivencia que refuerce la cohesión social; desarrollar una política de transparencia con respecto a los productos disponibles y al funcionamiento del supermercado; sensibilizar al público en general sobre los hábitos de consumo actuales y sus consecuencias en la salud, el medio ambiente y la economía; o luchar contra el desperdicio y el exceso de envoltorios promoviendo la venta de alimentos a granel.

Para mantener precios competitivos y a la vez asegurar un precio justo a los productores, los clientes se comprometen a comprar una participación de la cooperativa y a trabajar dos horas y 45 minutos al mes en la tienda. Las tareas incluyen realizar pedidos, hacer inventario, cortar queso, gestionar entregas o trabajar en la caja registradora.

La nueva ola de supermercados cooperativos

Con la inspiración del Park Slope Food Co-op, un supermercado cooperativo abierto hace más de 40 años en Nueva York, han ido brotando numerosas iniciativas por toda Europa, y también en España. Uno de los pioneros a este lado del Atlántico fue el supermercado cooperativo La Louve, de París. Después llegaron muchas otras iniciativas: The People´s Supermarket, en Londres; Dublin Food Co-op, en Dublín; Urban Co-op, en Limerick (Irlanda); Altercoop y OUNI, en Luxemburgo; Superquinquin, en Lille; Supercoop, en Burdeos; Chouette Coop, en Toulouse; Scopeli, en Nantes y muchos más.

En España forman parte de esta nueva ola el supermercado cooperativo La Osa, en Madrid; Biolibere, en Getafe; A Vecinal, en Zaragoza; Som Alimentació, en Valencia y otros que no están todavía en funcionamiento, pero se encuentran en una fase bastante avanzada del proyecto: Super Coop, en Madrid y Food Coop Bcn, en Barcelona.