Las instituciones políticas que servían para el Estado fordista de bienestar tienen grandes dificultades para responder a dinámicas económicas que les desbordan. La respuesta solo puede ser una: más democracia. Pero sin desvincularla de la pasión por la igualdad.
Por Joan Subirats
Accede sin límites desde 55 €/año
Recibe cada mes la revista en casa y ten acceso a todos los contenidos online.