Pulso El enroque de posiciones ha agravado un problema que empieza a enquistarse y que impide abordar otras cuestiones. La convivencia forzosa sería dura, antipática y desestabilizadora
En España sale a relucir tanta podredumbre y de tanto calado que los ciudadanos además de estar cada día más sorprendidos también están más avergonzados de vivir en ella. Pero España no tiene mala suerte: carece de los mecanismos políticos que (...)
Por Antonio Franco
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