El rostro humano de la economía

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Octubre 2022 / 106
En otoño de 1953, mientras paseaban por la ribera del río Cam, dos estudiantes recién llegados a la Universidad de Cambridge trataban de dar respuesta a una pregunta: ¿Por qué la corriente dominante en la ciencia económica se interesaba tan poco por la vida de los seres humanos? Los dos acabarían siendo grandes amigos y economistas de renombre. Mahbub ul Haq creó el Índice del Desarrollo Humano —adoptado por la ONU como medida estándar del bienestar de los países— y ejerció como ministro de Finanzas de Pakistán en dos ocasiones (falleció en 1998). El indio Amartya Sen, premio Nobel de Economía, es reconocido universalmente por sus estudios contra la pobreza y las hambrunas y en favor de la igualdad y de la salud y la educación públicas.
 
Casi 70 años después de aquellos paseos por Cambridge, Sen (Santiniketan, Bengala Occidental, 1935) repasa en este libro los primeros 30 años de su trayectoria vital y académica. Nacido en una familia de académicos e intelectuales progresistas, fue alumno de Rabindranath Tagore, amigo de sus abuelos, que fue el encargado de elegir el nombre de Amartya (inmortal o celestial, en bengalí). Fue precisamente en la escuela fundada por Tagore en Santiniketan, coincidiendo con la independencia de India, donde germinó el ansia de  justicia social que, posteriormente, guió su trabajo. 
 
El libro abarca los años de formación de Sen, que, tras su paso por Santiniketan, estudió en el Presidency College y la Universidad de Calcuta, Cambridge y MIT, en EE UU. Aquí están las bases del pensamiento económico y filosófico del gran intelectual, caracterizado por el humanismo, el rechazo de los extremismos religiosos y nacionalistas y la defensa apasionada del diálogo y  la democracia.