6. Jardinería

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Marzo 2016 / 4

Un buen diseño del jardín, con plantas autóctonas que en teoría podrían vivir con el agua de lluvia, puede suponer no sólo gastar menos agua, sino que las plantas duren más, sean más resistentes y necesiten menos atención. Si hay que regarlas, es mejor el riego por goteo, y es posible acostumbrarlas a poca agua. Se puede ayudar con abono ecológico, compost, y un poco de trabajo manual para eliminar las hierbas.

La jardinería ecológica aprovecha los medios de la naturaleza y respeta el entorno. No utiliza productos químicos e intenta reducir el uso de agua. Para ello, se aconseja como primer hito reducir las zonas de césped, que consume cerca de seis litros por metro cuadrado al día durante los meses de verano en las zonas interiores de España. Además, no utiliza masivamente insecticidas, herbicidas, ni fungicidas o nitratos que tienen un impacto en el medio, además y hay riesgo para las personas y los animales. Y aprovecha los residuos vegetales en vez de incinerarlos o llevarlos a vertederos. Evita también el consumo excesivo de agua en el riego, especialmente para el césped y en regiones donde es un recurso escaso.


DISEÑO 

El diseño del jardín hará que el mismo gaste menos agua y las plantas puedan aguantar más tiempo. Algunos expertos aconsejan que hay que diseñar el jardín con plantas autóctonas. Éstas son más resistentes a la falta de agua, a los suelos, a las plagas, y a las enfermedades. Por lo general, deberían vivir con el agua de lluvia (por eso son autóctonas, crecen sin ayuda, aunque inicialmente sí hay que regarlas). Una vez compradas se deben plantar por especies, según sus necesidades de agua, en “zona seca” o zona “húmeda. Y siempre hay que intentar protegerlas del viento, que es un poderoso secante. Si hay poca agua, se recomiendan cactus o crasas. Y aprovechar la sombra de los árboles para ahorrar agua. Esto, entre otras cosas. A su vez, es mejor elaborar un colchón con materiales como cortezas de pino, que permiten conservar la humedad.  


RIEGO

Los expertos recomiendan el riego por goteo, que gasta menos, y se puede programar a la mañana o al atardecer (nunca al sol). Si se acostumbran a poco riego, serán capaces de sobrevivir con eso. No hace falta regar mucho ( de hecho, a veces es contraproducente para las mismas plantas). Por supuesto, es preferible utilizar aguas residuales para regar, ya sea del lavabo o de la ducha, antes que usar el agua del grifo. 


ABONO

Existen abonos orgánicos y minerales naturales muy fáciles de adquirir en las tiendas, y no excesivamente caros. Usar estos  abonos es uno de los consejos que dan los expertos (las plantas autóctonas no lo necesitan). 

El césped puede llegar a requerir seis litros por metro cuadrado durante los meses de verano

Es posible abonar la tierra con las mismas hojitas que caen y las sobras de comida de casa

Pero también es posible hacer el abono en casa con las sobras (véase más abajo, “compost”).  A su vez, hay, por ejemplo, sistemas de inodoros que utilizan los desechos orgánicos, y a través de un sistema específico en poco tiempo lo convierten en un riquísimo abono (véase “Aguas negras”).

Además de que se encuentran miles de páginas web en donde se explica cómo hacer un buen compost, existen en el mercado cubos composteros de diferentes tamaños y precios, que dejan un buen abono para las plantas en una o dos semanas. También se pueden romper y rociar las hojitas muertas, que se descompondrán y formarán parte del abono en muy poco tiempo.


QUITAR LAS HIERBAS

El trabajo es muchas veces manual. Hay que ir quitando las malas hierbas. La buena noticia es que a medida que se van quitando van apareciendo menos nuevamente, y el trabajo resulta más sencillo. Otra medida que se utiliza es acolchar la base de las plantas con cortezas de pino, paja, y otros elementos; es otro método para evitar los hierbajos. También se pueden usar mallas o grava, que al no dejar pasar la luz dificultan el crecimiento de hierbas indeseables en huertos y jardines.
 

PLAGAS

Existen en Internet tantas recetas ecológicas y naturales como plagas o enfermedades. Uno de los utensilios más conocidos es el vaporizador de aceite de ajo. El ajo aleja hongos, bacterias, pulgones y ácaros. Para obtener este aceite hay que sumergir tres o cuatro dientes de ajo picado en dos cucharadas de aceite mineral. Se deja reposar durante la noche para separar el ajo del aceite. Se añade la mezcla a un litro de agua, más una cucharadita de jabón bio. Hay que guardar la mezcla en un tarro y agregar dos cucharadas por cada litro de agua para regar.

A su vez, se pueden sembrar plantas cuyo olor ahuyente ciertos bichos. También se venden productos con el sello ecológico, y existen empresas dedicadas al control de plagas ecológico.

 

APUNTES

Curso de jardinería ecológica
http://www.corazonverde.org/ecologia/formacion/jardineria_ecologica/cursojardineriaecologica.htm

Cooperativa Heliconia
http://www.heliconia.es/jardineria/