Solidaria y con ambición

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Noviembre 2016 / 41

La V Feria de la Economía Social y Solidaria de Catalunya supera los 21.000 visitantes y confirma el auge del sector

Expositores y visitantes de la feria en 2016. FOTO: ANDREA BOSCH

Hace un lustro, la economía solidaria tenía muy buenas intenciones. Hoy  ofrece ya casi todos los servicios básicos.

La V Feria de la economía solidaria, celebrada en la antigua fábrica de Fabra i Coats de Barcelona del 21 al 23 de octubre, ha superado varios récords: de público (21.000 personas), de expositores (190), de espacio ferial (un aumento de 1.200 metros cuadrados al espacio habitual, dedicado a la alimentación) y hasta de monedas sociales autorizadas para las transacciones, con cuatro operando simultáneamente (a los tradicionales ecosoles se le sumaron turutas, horas y ecos, vinculados en origen a proyectos locales). 

Pero la pujanza de este sector, que aspira a construir empresas no sólo rentables, sino también democráticas y alternativas a la lógica del capitalismo, va más allá de los aspectos cuantitativos: como se pudo apreciar en la feria, el sector tiene ya ofertas concretas para la mayor parte de servicios básicos relacionados con la vida cotidiana de un ciudadano, desde tener una cuenta bancaria con la nómina domiciliada y tarjetas de débito hasta la luz con certificado ecológico, el teléfono móvil, la información independiente —de la que es exponente Alternativas Económicas, entre otros—, la alimentación y  un sinfín de propuestas, muchas de ellas nacidas en los últimos años. Cuando la feria empezó, en 2012, ofrecía ya muchas propuestas, pero no era posible todavía vivir dentro de la economía solidaria. Hoy la cartera de servicios ha crecido tanto que ya empieza a ser posible sin necesidad de heroicidades.

Espectáculos en la FESC 2016.

En el marco de la feria, organizada por la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya (XES) con el apoyo sustantivo del Ayuntamiento de Barcelona, se divulgó el último informe sobre el mercado social en Catalunya, la mejor radiografía del sector con datos de las propias entidades. El informe estima que las 173 organizaciones afiliadas a la XES sumaron en 2015 un volumen de negocio de 163 millones de euros y generaron 3.700 puestos de trabajo retribuido.

La investigación analiza también el perfil de estas  entidades, sobre todo a partir de los datos que facilitan las que hacen Balance Social —un informe que estudia  aspectos que no suelen tener en cuenta las auditorías convencionales, como la igualdad de género, la democracia interna y el impacto ecológico, entre otros— o forman parte de la red Pam a pam (palmo a palmo), que cartografía toda la oferta de economía solidaria en el territorio. 

Según estos datos, la brecha salarial en el sector está por debajo de 3 (el que más gana en una empresa cobra como máximo tres veces más que el que menos), cifra mucho más igualitaria que  la que suele darse en las empresas mercantiles.