Moscú y Pekín, una 'amistad' descompensada

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Junio 2022 / 103

Ilustración
Andrea Bosch

El giro al Este de Putin empezó mucho antes de la invasión de Ucrania, pero Rusia necesita mucho más a China que a la inversa.

¿Que quieren los europeos prescindir de los hidrocarburos rusos? No pasa nada, Vladímir Putin va a “reorientar” sus exportaciones energéticas “hacia los mercados del Sur y del Este, que están creciendo rápidamente”. Eso es, al menos, lo que afirmó el dirigente ruso el pasado 14 de abril partiendo de que “en el futuro los envíos al oeste van a disminuir”.

En realidad, el giro de Rusia hacia el este comenzó mucho antes de que invadiera Ucrania. A mediados de la década de 2010, su vecino chino pasó a ser el primer destino de sus exportaciones, hasta llegar a representar, en 2020, el 15% de las ventas rusas al exterior; el 60% de ellas básicamente petróleo. En la otra dirección, las exportaciones chinas hacia Rusia también han aumentado para alcanzar 70.000 millones de dólares en 2021. Mayoritariamente son máquinas y material electrónico. 

Miedo a las sanciones

Este desarrollo de los intercambios comerciales parecía convenir hasta hace poco a las dos partes, pero la agencia Reuters reveló el 7 de abril que algunas empresas chinas evitan firmar nuevos contratos de compra de petróleo crudo con Rusia, a pesar de los descuentos que las ofrece Moscú. El miedo de ser objeto de eventuales sanciones occidentales y aparecer como financiadoras de la guerra parece funcionar, así como los problemas de pago ligados a la exclusión de numerosos bancos rusos de los sistemas de pago internacionales.

Desde 2018, China depende un poco menos de Rusia, tras años cultivando una mayor relación comercial

Pero incluso antes de esos problemas, “China intentaba ya diversificar sus fuentes de abastecimiento energético y ser menos dependiente de Rusia”, precisa Mary-Françoise Renard, profesora de Economía en la Universidad Clermont-Auvergne y autora de La chine dans l’économie mondiale. Síntoma de esa voluntad es que el lugar que ocupa Rusia entre los proveedores de petróleo de China está bajando ligeramente desde 2018, tras haberse multiplicado por tres en los ocho años previos.

Pekín está reduciendo también su dependencia de Moscú en el plano militar. El material ruso representaba aún, entre 2017 y 2021, el 81% de las importaciones de armas chinas, pero ha caído mucho desde mediados de los años 2000 debido a que China —segundo cliente de Rusia— va recuperando poco a poco su retraso tecnológico.

Cliente de poca monta

Como recuerda Olivier Passet, director de investigación del instituto privado de estudios francés Xerfi, Rusia representa menos del 2% de las exportaciones civiles de China frente a los países desarrollados de Occidente y Asia, que representan el 51%. ¿Por qué iba a arriesgarse Pekín a aumentar su comercio con Rusia si las sanciones consiguientes la dejarían sin la mitad de sus clientes extranjeros? 

Todo ello no le viene bien a Rusia. En el plano comercial, hoy este país es, pues,mucho más dependiente de China que a la inversa, pues necesita dar salida a los hidrocarburos de los que Occidente intenta deshacerse para importar bienes de equipo que no sabe fabricar.

No obstante, “la diferencia de tamaño ente las economías rusa y china es tal que China puede permitirse salvaguardar sus intereses comerciales con los países occidentales manteniendo, a la vez, su supremacía económica sobre Rusia”, observa Mary-Françoise Renard. Aunque es demasiado pronto para anticipar un aumento de la supremacía china, Emmanuel Macron expresaba ya en abril en la revista Le Point su temor a que Moscú termine siendo “muy pronto el vasallo” de China.