Françoise D’Eaubonne // El nacimiento del ecofeminismo

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Octubre 2021 / 95

Ilustración
Andrea Bosch

Propugna un nuevo sistema ecológico en el que las mujeres recuperen el dominio de la contracepción.

¿Françoise d’Eaubonne? “una mal hablada llena de ira” de aspecto “descuidado”, la describe la ensayista Élise Thiébaut [1]. “Sus palabras intempestivas, su tono violento y un carácter muy fuerte” explican, según la historiadora Caroline Goldblum [2], su posición marginal en el seno de los movimientos feminista y ecologista que ella trató de sintetizar.

Nacida en 1920, Françoise d’Eaubonne se suma a la Resistencia siendo muy joven bajo la Ocupación, antes de militar en el Partido Comunista y, después, de comprometerse en las luchas anticolonialistas. También se implica en el Movimiento de Liberación de las Mujeres y, en abril de 1971, es una de las personalidades que se encuentra en el origen del Manifiesto de las 343 zorras, a favor de la legalización del aborto.

La "huelga de los vientres"

Eaubonne funda el mismo año el Frente homosexual de acción revolucionaria (Fhar). Siendo ella heterosexual, será una pionera en la defensa de los derechos reproductivos y sexuales. Su vida militante está marcada de golpes. Así, en 1974, cuando las Naciones Unidas  organizan una conferencia mundial sobre población, lanza un llamamiento para promover una “huelga de vientres” para que las mujeres dejen de procrear. Este proceso es considerado al mismo tiempo ecologista —lucha contra la superpoblación— y feminista, pues  persigue demostrar que las mujeres pueden existir más allá de la maternidad. 

Comprometida con el movimiento antinuclear, participa en mayo de 1975 en la voladura de la bomba del circuito hidráulico de la central de Fessenheim, que retrasa su puesta en marcha durante varios meses. 

Su vida personal no es menos agitada. Trae al mundo a tres hijos: Indiana, nacida en 1944; en 1947 un niño que da en adopción como X y Vincent, nacido en 1958. Rechaza criarlos para consagrarse a la escritura. En paralelo, trabaja como lectora y editora.

Autora prolífica, publica más de 100 libros entre 1942 y 2003: novelas, ensayos, poemas, biografías, obras de teatro, libros para niños en la colección Biblioteca verde y la ciencia ficción. Citemos la novela Les bergères de l’apocalypse en 1977, en la que imagina una sociedad solo compuesta de mujeres que se reproducen por ectogénesis [gestación de bebés fuera del cuerpo, en úteros artificiales]. En 1974, en su ensayo Le féminisme ou la mort [3], intenta establecer un vínculo entre feminismo y ecología. Apoyándose en un largo desarrollo sobre demografía, traza un paralelismo entre la apropiación de la agricultura por parte de los hombres en el periodo precapitalista y su apropiación del cuerpo de las mujeres. La destrucción del medio ambiente es consecuencia del sistema productivista falocrático. El socialismo no ha hecho nada mucho mejor, sostiene, ya sea en la Unión Soviética, en Cuba o en China.

Eliminar el dinero

Ella defiende un nuevo sistema ecológico, léase de decrecimiento, pues estima que el 80% de la producción es inútil, y apela a la eliminación del dinero. En dicho sistema, las mujeres deben recuperar el dominio de la contracepción. Sin embargo, el ecofeminismo no logra muchos emuladores en Francia, donde domina un feminismo universalista que considera sospechosa esta corriente que esencializa cualidades femeninas.

François d’Eaubonne conoce una larga travesía en el desierto a partir de finales de 1980. Su vida termina a los 85 años, en un desangelado estudio parisino del bulevard Bonne-Nouvelle. 

 

[1] L’Amazone verte. Le roman de Françoise d’Eaubonne, coll. Les indomptées, Charleston, 2021. 
[2] Françoise d’Eaubonne et l’écoféminisme, Le passager clandestin, 2019.
[3] Reeditado por Le passager clandestin, en 2020.