Donella Meadows // Pensar globalmente, actuar localmente
“La mera existencia del libro les era insoportable. Hicieron todo lo posible por torpedearlo”, Donella Meadows.
En 1972, cuando se publica Los límites del crecimiento, su principal redactora, Donella Meadows, acaba de entrar en la treintena. Brillante científica estadounidense, ha estudiado química antes de doctorarse en biofísica en Harvard, lo que hace que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) la contrate para el equipo de un tal Jay Forrester. Este pionero en informática y teoría de los sistemas, que modeliza las interacciones entre organismos complejos y su medio, la requiere para responder a la petición que le ha hecho un entonces joven think tank, el Club de Roma: analizar el futuro de la humanidad. El resultado será Los límites del crecimiento. Del también conocido como Informe Meadows se venden nueve millones de copias, y es traducido a 28 idiomas. Es su obra más célebre. Pero Donella Meadows no busca la fama: en una presentación del informe realizada con su marido y coautor, Dennis, en Harvard, ella está sentada en una silla ¡dedicada a tricotar! Siempre se presenta como “escritora y campesina”.
Una bomba
El interés de Donella Meadows no se limita a la biofísica. Salpica el informe con reflexiones filosóficas y económicas. Y su mensaje es claro: si no cambia el curso de las cosas, no hay más remedio que esperar un colapso de la actividad económica y de la población a lo largo del siglo XXI debido a los límites físicos con los que chocará el crecimiento. Esto, en 1972, es una bomba. “Desde mi punto de vista de científica, no había nada más palmariamente evidente que la idea de que la Tierra es finita y que el crecimiento no puede durar indefinidamente”, recordará años después. Sus detractores no lo aceptan. Ante la virulencia de sus reacciones hostiles, comenta: “La mera existencia del libro les era insoportable. Hicieron todo lo posible por torpedearlo”.
La originalidad del informe se debe, además de a la fuerza de su mensaje, a dos cosas. En primer lugar, a su método inédito: la modelización, que relaciona diversas variables de donde derivan diversos escenarios, y que como método tendrá un gran futuro, incluso entre sus detractores. La segunda originalidad es que procede de investigadores del MIT, una institución portavoz del progreso tecnológico como medio de dominar la naturaleza. Además, lo ha encargado una institución creada por industriales y tecnócratas de la OCDE. No son unos soñadores utópicos. Este origen institucional generará desconfianza a una parte de la izquierda, que ve un complot del capital y EE UU para imponer la austeridad a la clase trabajadora.
Una 'ecoaldea' y una granja ecológica
Tras Los límites…, Meadows prosigue con su trabajo poniendo especial interés en la transdisciplinariedad, la pedagogía y la aplicación práctica. En 1996 cofunda la que actualmente es la Academy for Systems Change. Allí se articulan investigaciones sobre sistemas complejos y demostraciones prácticas, con la creación de una ecoaldea y una granja ecológica. Y no deja de publicar. Hay que destacar The Global Citizenk, una crónica semanal durante 16 años sobre la actualidad desde el punto de vista de la teoría de sistema, y, en 1999, el nuevo éxito Leverage Points: Places to Intervene in a System, en el que describe las intervenciones más eficaces para cambiar una organización compleja. Muere dos años más tarde, y su enfoque científico y concreto inspira a un gran número de investigadores.
