Sí al Estado de bienestar, pero no basta

No rechazo el llamado Estado de bienestar. Al contrario. Me congratulo de veras de que funcione... Sin embargo, no me conformo con la socialdemocracia, y menos aún con esta, en la que el modelo social solo funcione cuando el poder se lo permita.

Según mi entender, a partir del autorreconocimiento del fracaso del sistema soviético no se han generado propuestas alternativas al sistema dominante, y mi atención se ha vuelto a dirigir hacia el cooperativismo, principalmente al de producción.

La aparición de Alternativas Económicas, en la medida en que la revista se gestiona a través de una cooperativa, me pareció que aportaría material que tenerse en cuenta. Por esa razón me pareció que debía hacerme suscriptor.

Vistos los 13 primeros números de la revista, no me quedan dudas de que la preocupación prioritaria de la publicación se centra en la crítica del manejo político de la economía, tanto por el Estado español como por el conjunto del sistema dominante. Con esa crítica, visualizada con amplitud, no solo coincido en contenido, sino que la valoro como útil y hasta necesaria en la medida en que, profundizando en el asunto, se pueda llegar a ver con creciente nitidez tanto su naturaleza como sus limitaciones. Mediante ella, es de esperar tanto el aumento cuantitativo como el cualitativo de la conciencia pública sobre el tema, pero no podrá dejar de ser más que un primer objetivo que no llegará a más, porque todo sistema social precisa necesariamente disponer de otra forma de organización para que funcione de manera eficaz y ordenada.

Con el tiempo me he ido dando cuenta, sin embargo, del error de percepción en el que creo haber incurrido, porque he comprobado que Alternativas Económicas se alinea con las opciones socialdemócratas y con las ideas de John Maynard Keynes.

Según mi parecer, considerar a las cooperativas únicamente como una parte complementaria del conjunto de la economía social, no me basta. Son una auténtica alternativa.
Para mí, hubiera sido estupendo elegir como promoción una ilustración de la figura de Charles Howarth, que, como saben ustedes, fue el principal redactor de los estatutos de la sociedad de los equitativos pioneros del cooperativismo en Rochdale, en octubre de 1844.

Rafael Cárdenas, L’Hospitalet de Llobregat