¿Debería prohibirse la publicidad a BP?

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Mayo 2022 / 102

Ilustración
Pedro Strukelj

Clima: Aumentan las campañas engañosas sobre prácticas sostenibles de las empresas.

La ONG ClientEarth denunció en diciembre ante la OCDE a British Petroleum (BP). La razón: su campaña de publicidad titulada Keep advancing (Seguir avanzando) o Possibilities everywhere (Posibilidades por todos lados). En ella, BP destacaba las iniciativas que lleva a cabo en lo referente a energías renovables (por ejemplo, utilizar las cáscaras de plátano como carburante). ClientEarth considera que es una campaña engañosa, puesto que las energías renovables representan una parte ínfima de las inversiones de la empresa. También la acusa de respaldar el constante aumento del consumo de energía. Este tipo de actuaciones se está multiplicando, como muestra Judith Rochfeld en su libro Justice pour le climat! Les nouvelles formes de mobilisation citoyenne (Odile Jacob, 2019). 

Pero la denuncia contra BP es también un peliagudo modo de responsabilizar a las empresas, porque la actividad de BP es totalmente legal. ¿Cómo, pues, lograr que una empresa de este tipo tenga un comportamiento que se pueda considerar responsable? Judith Rochfeld esboza dos grandes vías. La primera consiste en considerar responsable al Estado y exigirle, por ejemplo, que penalice el consumo de recursos fósiles. Esta opción se basa en la doctrina del public trust: el Estado debe gestionar los bienes vitales, como el clima, para beneficio del público, incluidas las generaciones futuras. La segunda consiste en dotar al medio ambiente de un estatuto jurídico para que tenga portavoces y derecho de defensa. En el caso del petróleo no se ha optado por ninguna de estas vías. Estas se enfrentan a una dificultad que no debe ser pasada por alto: ¿cómo determinar cuál sería el buen uso de los recursos fósiles por parte de una empresa petrolera? A falta de una normativa de este tipo, ClientEarth ataca el discurso publicitario de la empresa. 

Advertencias

La ONG llega incluso a proponer que se proscriba todo discurso publicitario a no ser que vaya acompañado, como en el caso de la publicidad del tabaco o los paquetes de cigarrillos, de un mensaje advirtiendo de los peligros que su uso conlleva, por ejemplo Fossil fuels cause climate change (Los combustibles fósiles causan el cambio climático). Esta iniciativa, que cuestiona la política de comunicación de la empresa, es interesante. 

Paradójicamente, más que impedir hacer publicidad a una empresa petrolera ¿no habría que imponerle que explicite qué uso responsable de las energías fósiles piensa llevar a cabo y qué compromisos, claros, precisos y controlables adquiere para que su actividad sea sostenible? Ello significaría llevar la doctrina del public trust más allá del Estado: ¿Acaso no habría que lograr que el clima sea también considerado un trust por todas las empresas cuya actividad tiene una probada influencia en el calentamiento global?