Las exportaciones tiran de la recuperación

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Enero 2022 / 98

Las ventas al exterior superan los niveles anteriores a la pandemia y marcan máximos históricos.

Como ya ocurriera con la crisis de 2008-2009, las exportaciones están siendo el motor de la recuperación de la economía española tras el golpe de la covid-19. Los datos más recientes muestran que las ventas de bienes y servicios a otros países aumentaron el 22,1% en los nueve primeros meses de 2021 con respecto al mismo periodo de 2020 y el 6,7% si se comparan con 2019, antes de que el coronavirus hiciera su aparición. En total, entre enero y septiembre del año pasado las exportaciones españolas sumaron 229.936 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica que la Secretaría de Estado de Comercio elabora desde 1995. 

Parte del incremento se debe a la subida generalizada de los precios originada por el encarecimiento de la factura energética y los cuellos de botella en el comercio mundial. Si se contabiliza únicamente el volumen, las exportaciones españolas crecieron el 14,7%, pues los precios por valor unitario subieron el 6,4%. 

Aun así, las cifras reflejan la pujanza del sector exterior español, que ha conseguido resistir el embate del coronavirus con una menor aportación del sector turístico, y son una muestra de la competitividad ganada en la última década por las empresas. Entre enero y septiembre, 87.897 empresas españolas exportaron bienes y servicios por valor de 1.000 euros o más, el 14,9% más que un año antes. 

La recuperación de la demanda interna también  trajo consigo un repunte de las importaciones, que crecieron el 21,9% de enero a septiembre frente al mismo periodo de 2020 y el 0,9% si se comparan con los nueve primeros meses de 2019. Las compras a terceros países alcanzaron los 243.230 millones de euros, también máximo histórico para el periodo. Esto significa que el déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) se elevó hasta los 13.294 millones de euros, mientras que la tasa de cobertura (cociente entre exportaciones e importaciones) se situó en el 94,5%.

Dependencia energética

Tanto el déficit comercial como la tasa de cobertura  ilustran la dependencia de la energía procedente de otros países. Si se eliminara el factor energético, España habría cerrado el periodo enero-septiembre con un superávit comercial de 3.125 millones de euros. El déficit energético se incrementó nada menos que el 46,1%, hasta los 16.393 millones de euros, más como consecuencia de la subida de los precios que del volumen de energía importada.

La recuperación del turismo durante el verano, con un notable incremento de la llegada de visitantes procedentes del resto de Europa, ayudó a la mejora experimentada por el sector exterior, que vuelve a tener una contribución positiva al producto interior bruto (PIB): según cálculos de la OCDE, fue del 0,3% en 2021 y será del 0,8% en 2022 y del 0,3% en 2023.

La falta de suministros frena la actividad exportadora del sector del automóvil

Otro aspecto positivo: el incremento de la actividad exportadora está siendo más intenso en España que en sus principales socios comerciales. Entre enero y septiembre del año pasado, el crecimiento interanual de las ventas al exterior (22,1%) fue significativamente superior al registrado en la zona euro (17%). España superó a las tres grandes economías del continente —Italia (20,1%), Francia (16,2%) y Alemania (14,6%)— y se acercó a los niveles de Japón (23,8%), EE UU (23,3%) y China (22,7%). Especialmente relevante fue el aumento de las ventas a otros socios de la UE (24,4%). Las exportaciones dirigidas a los países de la Unión representaron el 61,7% del total (60,5% en el mismo periodo de 2020). 

¿Qué exporta España? El reparto de la tarta es bastante equitativo entre los distintos sectores de la economía. Los que más peso tuvieron en los nueve primeros meses de 2021 fueron los bienes de equipo (18,8%), alimentación, bebidas y tabaco (18,2%), productos químicos (16,9%) y automóvil (13,3%). Este último aún no ha recuperado las ventas al exterior previas a la pandemia, en buena parte debido a la falta de suministros. Si no se hubiera dado este problema, las exportaciones habrían experimentado un incremento aún más notable (probablemente este haya quedado aplazado para el año que ahora comienza). La llegada de los fondos europeos Next Generation debería contribuir en los próximos meses a reforzar las llamadas "tres D de la competitividad" —diversificación, digitalización y descarbonización— y a reactivar las exportaciones españolas.