La pandemia llena la hucha (de algunos)

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Febrero 2021 / 88

El aumento del ahorro en los últimos meses debe servir para impulsar la esperada recuperación económica.

El aumento del paro y la caída del poder adquisitivo de los salarios han menguado la renta disponible de muchas familias españolas durante la pandemia. Otras, sin embargo, han mantenido sus ingresos y han ahorrado ante la drástica reducción de las oportunidades para consumir. Todo ese dinero acumulado puede ser clave para impulsar la recuperación económica a lo largo del año que ahora comienza, a medida que vaya desapareciendo el riesgo de contagio.

La pandemia está dejando datos económicos insólitos. Uno de ellos es el de la tasa de ahorro, que mide el porcentaje de la renta de los hogares que no se gasta. En el segundo trimestre de 2020, coincidiendo con las semanas más duras de confinamiento, la tasa de ahorro de los hogares españoles marcó un récord histórico del 24,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el tercer trimestre, tras la recuperación de cierta normalidad por parte de la ciudadanía y de los negocios, la tasa de ahorro cayó hasta el 15,1%, por debajo de la registrada en el periodo anterior pero altísima en términos históricos. Hay que tener en cuenta que la media de la tasa de ahorro en lo que va de siglo es del 8,2% y que el anterior récord (12,1%) se alcanzó en 2009, en plena crisis financiera. 

A la fuerza

Como explica María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas, el ahorro registrado en el segundo trimestre fue fundamentalmente forzoso, dada la imposibilidad material de consumir debido al confinamiento y al cierre de numerosas actividades económicas, no de una decisión deliberada de los ciudadanos de contener el gasto. “Muchas personas sufrieron una reducción drástica de sus ingresos y perdieron toda capacidad de ahorro, pero la mayor parte mantuvo su puesto de trabajo y sus ingresos, lo que explica el incremento sin precedentes del ahorro familiar”, señala.

La otra cara de la moneda fue un retroceso del 17,8% del producto interior bruto (PIB) en el mismo periodo, también un dato sin precedentes. Para María Jesús Fernández, la tasa de ahorro del segundo trimestre “resume como ninguna otra, desde el punto de vista económico, la extraordinaria y dramática situación vivida durante este periodo”. Los expertos de Funcas creen que la tasa de ahorro durante el resto de 2020 siguió en niveles superiores a los de antes de la pandemia porque, como ya sucedió tras la crisis de 2008, al ahorro forzoso se suma el llamado ahorro precautorio o ahorro del miedo generado por la incertidumbre económica y el aumento del desempleo. A todo ello habrá que añadir el ahorro resultante de la reducción de las salidas y de los contactos sociales por miedo al contagio.

¿Qué sucederá cuando comencemos a salir del oscuro túnel de la covid-19? ¿Contribuirá todo ese ahorro a impulsar la ansiada recuperación económica? Si la campaña de vacunación se lleva a cabo con éxito y no surgen nuevos contratiempos, lo más probable es que la ciudadanía recupere los hábitos de consumo previos a la pandemia y gaste al menos parte de lo guardado durante todos estos meses. Ello contribuiría decisivamente a reactivar la actividad a partir del segundo semestre, coincidiendo con la temporada veraniega. 

Si la vacunación es un éxito se recuperarán hábitos de consumo

El fenómeno es común a toda Europa. Según datos de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, la tasa de ahorro en los hogares de la Eurozona alcanzó el 17,3% en el tercer trimestre de 2020, siete puntos menos que el 24,6% registrado en el segundo trimestre, su nivel más alto desde el inicio de la serie histórica, en 1999. Igual que en España, la disminución de la tasa de ahorro europea durante el verano se debió fundamentalmente a una fuerte recuperación del consumo. 

Huchas vacías

No todo el mundo ha podido ahorrar durante la pandemia. Según el Observatorio del Ahorro Familiar, una iniciativa conjunta de la Fundación Mutualidad Abogacía y la Fundación IE, el 10% de los hogares españoles más pobres tenía unos ahorros equivalentes a solo tres días del salario medio anual bruto (poco más de 200 euros), cuando estalló la crisis del coronavirus. El 20% apenas guardaba 12 días de sueldo, unos 800 euros, y el 30% más pobre, 30 días de salario medio anual o 2.200 euros.