Palestina: una economía asfixiada
Las restricciones impuestas por Israel tienen un impacto muy negativo sobre el crecimiento de Cisjordania y Gaza.
Puestos de control, muros, atentados, bombardeos… Las imágenes que informan de la actualidad de los territorios palestinos dejan, con frecuencia, de lado la situación económica de Cisjordania y la franja de Gaza. Los informes de las instituciones internacionales llenan, sin embargo, ese vacío. Así, desde 2014, la Asamblea General de la ONU pide a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) que evalúe regularmente el coste económico que la ocupación israelí tiene para Cisjordania. En su último informe, el organismo hace un flashback desde la segunda intifada (insurrección palestina), iniciada en septiembre de 2000, y estima que las medidas restrictivas (cierre, limitación de la circulación, toque de queda, etc.) tomadas por Israel no solo han tenido efecto durante el periodo en el que fueron más drásticas (2000-2006), sino también con posterioridad.
Los índices de Gaza:
60% de pobreza
48% de desempleo
La UNCTAD calcula que los efectos acumulados en 20 años son el equivalente a cuatro veces y media el valor del PIB cisjordano en 2019, es decir, 57.700 millones de dólares. El organismo de la ONU ha efectuado ese cálculo examinando el índice de crecimiento medio de la economía cisjordana en los años 1995-1999 y en los años 2007-2019, y aplicando dicha media (es decir, el 7,1%) a los años 2000-2006. El método tiene sus limitaciones, dado que el crecimiento económico no es un fenómeno lineal, pero permite hacernos una idea del lucro cesante de Cisjordania en términos de PIB potencial. En otro sentido, la UNCTAD señala que,sin los empleos que parte de los palestinos han encontrado en las colonias judías de Cisjordania o (cuando podían acceder) en territorio israelí, el índice de desempleo en Cisjordania habría sido superior al 16% de media a lo largo del periodo y, por tanto, habría alcanzado el 34%. Es decir, el equivalente en el mismo periodo de tiempo al de otro territorio palestino: la franja de Gaza, evacuada por Israel en 2005, pero sometida a un bloqueo desde 2007, año en el que Hamás tomó el control del territorio.
Desindustrialización
Es, precisamente, la economía de Gaza por la que se interesa otra institución internacional, el Banco Mundial, en su último informe al comité internacional encargado de coordinar la ayuda a los palestinos. La entidad examina la evolución del territorio en un largo periodo y constata que, desde 1994, su crecimiento económico ha sido del 1% de media anual, mientras eleva al 3,7% al del conjunto del mundo árabe. El informe señala que la franja de Gaza ha sufrido un largo proceso de desindustrialización y que, en la actualidad, sus exportaciones prácticamente han desaparecido, razón por la cual es totalmente dependiente de la ayuda internacional y de las remesas de la diáspora palestina. En el plano social, este marasmo se traduce en un índice de pobreza del 59,3%, según estima el Banco Mundial, teniendo en cuenta los efectos de la última operación militar israelí (mayo de 2021), y en un índice de desempleo del 48% en el primer trimestre de 2021, última estimación disponible.
Una de las medidas que facilitaría la reconstrucción de las infraestructuras destruidas por las sucesivas operaciones militares y también el desarrollo económico a largo plazo consistiría en que Israel revisara la larga lista de equipamientos, a veces simples materiales de construcción o abonos, que prohíbe que se exporten a Gaza por considerarlos de uso dual, es decir, potencialmente militar.
