Los inquilinos defienden sus derechos

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Julio 2017 / 49

Barcelona: El primer sindicato de inquilinos echa a andar en un entorno de alquileres inaccesibles para buena parte de los vecinos. Objetivo: cambiar la Ley de Arrendamientos Urbanos.

Manifestación a favor de los derechos de la vivienda en Barcelona. FOTO: EVA SANLEANDRO

Barrio a barrio, informando a los vecinos en sus respectivas asociaciones. Han sido los primeros pasos en los que se ha volcado en sus dos meses de vida el primer sindicato de inquilinos constituido en España, presentado en mayo pasado en Barcelona con la defensa del derecho a la vivienda y el fin de los abusos inmobiliarios por bandera, tras estudiar  las experiencias, en algunos casos centenarias, existentes en Suecia, Alemania y Austria. 

En el punto de mira de la nueva organización se sitúa la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), cuya reforma de hace cuatro años considera lesiva para los inquilinos en tanto que ha dado mayor poder a los propietarios frente a los inquilinos, con medidas como la reducción de cinco a tres años de la primera prórroga obligatoria que se firma de un contrato de alquiler.  

¿Cómo calibrar si una iniciativa de este tipo tiene o no éxito? Jaime Palomera, portavoz del nuevo sindicato, reconoce que las realidades catalana y española de la vivienda requerirán que esta organización adopte “características singulares” con respecto a las de otros países. Se refiere a las décadas de fuerte apoyo a las políticas de promoción de la vivienda en propiedad e incluso la estigmatización del alquiler, régimen bajo el cual hoy viven en Barcelona 200.000 personas. Según el portal idealista.com, entre el primer trimestre de 2013 y el mismo trimestre de 2017 el precio medio del metro cuadrado de las viviendas ofertadas en alquiler en la ciudad se ha incrementado en un 58,7%, con un incremento destacado en el distrito de Sant Martí.

El nuevo sindicato quiere cambiar la LAU

La entidad busca financiación por la vía de goteo.org 

El precio medio de los alquileres, régimen en el que se produce el 80 de los desahucios, supera los 800 euros. “Uno de cada tres vecinos cobra menos de 843 euros al mes. Creemos que no bastará que el sindicato de inquilinos consiga miles y miles de afiliados, como  en otros casos. Será importante lograrlo, claro, pero igual o más lo será la capacidad de movilización, de sensibilización, de visibilización pública sobre los problemas de la vivienda, lo cual supone tejer alianzas estrechas con los barrios“, explica Palomera. 

 

PRECIOS DE REFERENCIA

El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, que consideran positiva la creación del sindicato, trabajan en  la elaboración de un índice de referencia de precios orientativos de los alquileres, pero el sindicato lo considera debilitado en la medida en que los precios no son vinculantes. La idea es, en cambio, incentivar la adhesión de los propietarios con bonificaciones fiscales.

La Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona ha acogido al nuevo sindicato —que ya está en camino de obtener una segunda fase de financiación de 33.369 euros a través de la plataforma goteo.org—  como un nuevo actor positivo, y en cambio es reticente a la posibilidad de que los precios de referencia sean obligatorios o de que el sindicato pudiera recurrir a medidas como una huelga de inquilinos, que “atemorizan” y “hacen sentir desprotegidos” a los propietarios.

En opinión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca,  el nuevo sindicato “es una experiencia de largo recorrido que ya ha generado mucho interés y al que hay que dar la bienvenida porque suma  un nuevo actor que pide que cambie la LAU”.