Elecciones // El codiciado voto popular en Francia

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Mayo 2022 / 102

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Jacques Paquier

El apoyo de los sectores más humildes de la población francesa esconde una sociología compleja. Será clave en la tercera vuelta.

"Si, en 2017, los siete millones de personas que habían votado por nuestra candidatura en las elecciones presidenciales hubieran votado también en las legislativas, yo habría sido primer ministro". En un intento de volver a motivar a su tropa poco después de salir derrotado, aunque por poco, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en Francia los días 10 y 24 de abril, el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, insiste en ello: los resultados de las elecciones legislativas, que se celebrarán este mes de junio y que el candidato de Francia Insumisa considera "una tercera ronda" de las presidenciales, dependerán en gran medida de cuánto se movilice su electorado. Se trata de un granero de votos mayoritariamente popular y, a menudo, está abonado a la abstención en los comicios que median entre carrera y carrera por el Palacio del Elíseo. 

Pese a salir derrotada en la segunda vuelta de las presidenciales, Marine Le Pen acortó distancias con Macron. Foto : Gilbert-Noël

Es el mismo cálculo que hace Marine Le Pen, quien, pese a haber perdido su pulso final con el reelegido presidente, Emmanuel Macron, obtuvo el 41,45% de apoyo electoral. Este resultado significa haber reducido a la mitad la distancia que le separaba de su contrincante en su duelo anterior cinco años atrás.

Y es que ambos candidatos, Mélenchon y Le Pen, se han repartido el grueso de los sufragios populares emitidos... pero no la totalidad de ellos.

El candidato número uno de las clases precarias, incluso en el caso de las elecciones a la presidencia de la República es, en realidad, "la abstención, la no inscripción para votar, o la inscripción mal hecha", como recuerda el geógrafo Jean Rivière, autor de una obra reciente de sociogeografía del voto urbano en Francia1. 

Macron también existe

Otro candidato importante para el electorado es... Emmanuel Macron. Aunque el líder de En Marcha le debe claramente su reelección al apoyo de la clase media y de las franjas de la población más acomodadas, el presidente francés también ha encontrado algún punto de apoyo en una base electoral popular. 

El candidato número uno de las clases precarias es... la abstención

"No se obtienen 18,8 millones de votos convenciendo solo a los millonarios", dice, con humor, el sociólogo Hugo Touzet, miembro del Colectivo Focale, que acaba de dedicar una obra particularmente esclarecedora sobre el voto popular2. Al líder de En Marcha le votó el 58,55% de los electores, un total de 18,7 millones de personas. 

El inquilino del Elíseo ha conseguido avances en algunas zonas rurales y suburbanas, gracias a su capacidad de convener a una parte del electorado más modesto de los republicanos.

Pese a la importancia de estos dos bloques en la ecuación, la parte más jugosa del partido  se juegan entre Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon. Ambos adversarios políticos han logrado resultados importantes entre las clases obreras, los asalariados, las personas con bajos ingresos, sin olvidar los trabajadores en paro.

La población inmigrada

¿Qué es lo que impulsará a estos colectivos a votar por la primera o por el segundo? Responder esta pregunta requiere cruzar distintas variables: la categoría socioprofesional, el nivel de renta, el estatus del empleo, la exposición del puesto de trabajo a la competencia internacional, el tipo de contrato, la edad, el diploma, el lugar de residencia y su historia, la inserción en los colectivos de trabajo y en la vida local, el género y su origen inmigrante.

El candidato izquierdista Jean-Luc Mélenchon. Foto: Fernanda LeMarie

En la obra del Colectivo Focale, ya mencionado, los investigadores se apoyan en dos encuestas llevadas a cabo en las comunas populares de Méricourt (en la cuenca minera de Lens) y Villeneuve-Saint-Georges (suburbio del sur de París) durante la elección presidencia de 2017. Conclusión principal: aunque todos los criterios pesan al mismo tiempo, el referido al origen inmigante resulta ser el más decisivo. Dicho de otro modo: la Francia de abajo de origen extranjero, y en particular magrebí, tiende a votar más a Jean-Luc Mélenchon, mientras que Marine Le Pen cosecha su éxito en la Francia popular de raza blanca. 

La precariedad pesa

Sin embargo, este factor no lo explica todo. Los investigadores observan, por ejemplo, que la gran precariedad en el empleo que existe en Méricourt favorece el voto a Reagrupamiento Nacional (RN), mientras que, en Villeneuve-Saint-Georges, es la capa más elevada de las clases populares, la que disfruta de un empleo estable, quien vota por Marine Le Pen, en línea con lo que ha demostrado por otra parte la socióloga Violaine Girard3. Igualmente, el hecho de pertenecer a una asociación constituye un elemento importante contra el partido de Le Pen y es un trampolín para Mélenchon en Méricourt, pero menos en Villeneuve-Saint-Georges.

¿Se puede hablar de un electorado prototípico al que dirigirse? La respuesta es que sí. A pesar de todos los matices que deben aplicarse a ella, el electorado que ha votado por Marine Le Pen es bastante homogéneo. Reagrupa a obreros y a personas trabajadoras asalariadas que, esencialmente, son de origen francés o europeo; mayoritariamente, se trata de votantes hombres, residentes más bien en áreas rurales y suburbanas. La mayoría de esos votantes tienen un empleo. Suelen estar aislados (en el territorio y en el trabajo) y, a menudo, se sienten inquietos cuando piensan en su futuro (y especialmente en lo que respecta a su puesto de trabajo).

Joven y urbanita

Por su parte, el electorado que apuesta por Jean-Luc Mélenchon es, en cambio, más heterogéneo. Agrupa a una mezcla de colectivos  jóvenes, empleados en el sector social y/o cultural, descendientes de personas inmigradas, diplomados  precarios y, sobre todo, mujeres. Se trata de un electorado que se siente menos preocupado por lo que le pueda deparar el futuro. Acumula un capital de naturaleza más cultural que económica. Y se muestra sensible a cuestiones como las situaciones de discriminación y las desigualdades.

Le Pen y Mélenchon se disputan los votantes en situación precaria

Al ir a las urnas se cruzan variables como el origen

El candidato de Francia Insumisa dispone, además, de una base de apoyo de franjas de la población con una formación elevada que reside en zonas urbanas, próximas a la sociología clásica del electorado Europa Ecología-Los Verdes, lo que constituye, quizá, un efecto colateral del voto útil del que se ha beneficiado el líder izquierdista.

En todo caso, ambos candidatos comparten un aspecto común:  ambos han tenido éxito a la hora de ampliar su base electoral en comparación con la primera ronda de los comicios del año 2017.Este dato constituye un resultado remarcable. Por una parte, porque no estaban solos en sus respectivos campos, sino que había más competencia —Eric Zemmour en el caso de Marine Le Pen y Fabien Roussel en el de  Jean-Luc Mélenchon—. Pero, por otra parte, porque la abstención registrada ha sido muy elevada. 

Jean-Luc Mélenchon ha conseguido convencer de que le votaran el 28% de electores que en 2017 se abstuvieron pero que decidieron acudir a la cita con las urnas en 2022. Esos 750.000 sufragios proceden, probablemente, en buena medida de los barrios populares, que se movilizaron visiblemente a favor de su candidatura. 

Igualmente, una cuarta parte de los electores que se abstuvieron en 2017 y que regresaron a las urnas en 2022 optó por la oferta de Marine Le Pen. Su avance, también en los territorios que ahora se le habían resistido, no está únicamente vinculado al hundimiento del partido de los Republicanos. 
Queda por ver si, en contra de lo que sucedió en 2017, conseguirán transformar la votación en las legislativas en "una tercer ronda" de las presidenciales. •

Para saber más

[1]. Rivière, Jean (2022). L’llusion du vote bobo. Presses universitaires de Rennes.
[2]. Collectif Focale (2022). Votes populaires ! Editions du Croquant.
[3]. Girard, Violaine (2017). Le vote au village. Éditions du Croquant.