Directivos // Cómo Carlos Tavares puso el turbo a su salario

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Junio 2022 / 103

El patrón del grupo Stellantis, surgido de la fusión entre PSA y Fiat-Chrysler, puede cobrar 66 millones de euros de remuneración con cargo al año 2021.

Las cifras marean: Carlos Tavares, patrón de Stellantis, el grupo surgido de la fusión entre PSA (Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall) y Fiat-Chrysler, se atribuyó una remuneración de 66 millones de euros con cargo de 2021. No es la primera vez que la paga de un alto ejecutivo despierta indignación, subrayan algunos. De acuerdo, pero esta vez la cuantía tiene algo de inédito en el ámbito europeo.

El sueldo de la música

En Países Bajos, Lucian Grainge, patrón de  Universal Music, ganó en el año 2021
274,3 millones de euros

Para comparar, la remuneración media de un dirigente del índice CAC 40 (club de las 40 mayores empresas francesas cotizadas en Bolsa, de las que forma parte Stellantis) fue de 5,18 millones de euros en 2019. Según datos recopilados por la firma Scalens, esa cifra dio un salto en 2021 hasta alcanzar los 8,7 millones de euros, todo un récord. La retribución de Carlos Tavares es más de siete veces superior a la media de sus colegas franceses. Como subrayó Loïc Dessaint, de la firma Proxinvest, especializada en gobierno corporativo, es el dirigente “mejor pagado de la historia”, al menos en Francia.

¿Qué explica tal escalada? Para intentar responder hay que descomponer la remuneración del director ejecutivo de Stellantes. Su salario fijo alcanza los 1,98 millones de euros, una parte pequeña de su remuneración total. Después está la parte variable, que busca recompensar la consecución de ciertos objetivos. Los resultados de Stellantis aumentaron en el año 2021 y el beneficio rondó los 14.000 millones de euros. Como recompensa por estos resultados, presentados como “récord” por la compañía,el patrón recibe, pues, una remuneración variable de 7,5 millones de euros.

Superbonus

Sin embargo, el grueso del dinero que percibirá Carlos Tavares procede de la parte accionarial. El caso del antiguo jefe de PSA ilustra de manera extrema el espacio que ha llegado a ocupar este modo de retribución. Esta parte accionarial reagrupa diversos mecanismos que tienen en común el hecho de que se basan en el valor de la acción del grupo, como la asignación de stock-options o de acciones gratuitas a los miembros de la dirección.

Macron propuso durante la campaña electoral que la UE ponga techo a las retribuciones

En resumen, la remuneración accionarial tiene como objetivo alinear el interés de la dirección y el interés del accionariado, puesto que “los directivos se ven claramente incentivados a que suba el valor de la cotización de la acción”, explica el economista Yann Guy.

Por esta vía, a Tavares le correspondían acciones por un valor de 32 millones de euros en 2021, es decir, la mitad de su remuneración total. Y a ello se le suma un plan de retribución de 25 millones de euros en función del cumplimiento de objetivos en el transcurso de los próximos cinco años.

Domicilio en Países Bajos

La dirección de Stellantis objeta que la cifra de 66 millones que calcula la sociedad de gestión Phitrust no es justa, puesto que engloba sumas que el directivo todavía no ha percibido. Según la empresa, la cantidad real del salario del ejecutivo en 2021 sería de 19,1 millones de euros, lo que constituiría ya más del doble de la media del índice CAC 40. La firma Proxinvest, que asesora a los accionistas institucionales y que es, por tanto, experta en el tema, explica que Stellantis, al estar domiciliada en Países Bajos, no aplica la metodología francesa para presentar la remuneración total de su directivo. Pero, según las reglas francesas, la retribución es, en efecto, de 66 millones de euros en 2021, incluso si una parte de esta cuantía no se ha entregado.

Sueldos en el IBEX 35

13,2 millones de euros
Ignacio Sánchez Galán,
presidente de Iberdrola

12,3 millones de euros
Ana Patricia Botín,
presidenta del Banco Santander

8,7 millones de euros
José María 
Álvarez-Pallete,
presidente de Telefónica

Ante lo elevado de esta suma, el clamor ha sido tal que, durante la asamblea general del grupo, en abril, los accionistas votaron en su contra en el 52%. Incluido el Estado francés, accionista, a través de la Banca Pública de Inversión, con una participación del 6,5%. Pero la votación se perdió porque la legislación holandesa otorga a dicho voto un carácter consultivo, cuando en Francia es vinculante.

Estándares americanos

¿Va a influir este rechazo en que la empresa modere el apetito salarial de su alto directivo de cara a 2022? Sin duda, la dirección intentará que la suma sea menos astronómica. Pero la remuneración de Tavares es el árbol que tapa el bosque de la de otros miembros de la dirección del grupo, y de forma destacada la de John Elkann, presidente del consejo de administración, con una función no ejecutiva que tiene como papel supervisar la dirección general y fijar los grandes objetivos. En 2021, Elkann percibió 7 millones de euros. Dicho de otro modo, si un presidente del consejo recibe tal salario, el cheque al director ejecutivo no puede ser más que superior.

John Elkann es, sobre todo, el representante de la familia italiana Agnelli, que hasta la fusión con PSA era accionista de referencia de Fiat-Chrysler y, por tanto, se convirtió en primer accionista de Stellantis, con una participación del 14,4%. La remuneración de Tavares es, así, una de las consecuencias de tal fusión, y sobre todo de la financiarización de la industria del automóvil, que encarna la familia Agnelli.

El salario de Carlos Tavares aproxima Francia a los estándares americanos y la aleja de los niveles europeos. Los dirigentes de fabricantes con sede en Detroit, como Ford e incluso General Motors, superan los 20 millones de dólares, mientras que los originarios de Alemania, como Volkswagen y Daimler (Mercedes-Benz), perciben sumas en una horquilla de entre los 6 y los 10 millones.

El caso español

En España, los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), difundidos en septiembre de 2021 y correspondientes a datos de 2020, sitúan la media de los ejecutivos del IBEX 35 en 3,4 millones de euros, el 5,8% más que en 2019. Los sueldos más elevados fueron los del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, con 13,2 millones; la del Santander, Ana Patricia Botín, con 12,3 millones, y el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, con 8,7 millones.

En plena campaña presidencial francesa, el candidato Emmanuel Macron calificó de chocante la remuneración de Tavares, y propuso un techo a escala europea del salario de los altos directivos. La eficacia de tal medida dependería, evidentemente, del techo que se fijara y de la forma de imponerla, además de otros detalles determinantes que no fueron precisados. Además, hay que señalar que algunos países del continente, como Países Bajos, publican salarios aún más vertiginosos: Lucian Grainge, patrón de Universal Music, que salió a Bolsa el año pasado en Ámsterdam, obtuvo una remuneración en 2021 de 274,3 millones de euros. ¡Convierte en moderada la de Carlos Tavares!