Canadá anima a sus jubilados a volver al tajo

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Enero 2023 / 109

Ilustración
Perico Pastor

Ante la creciente escasez de mano de obra, las empresas de la provincia de Quebec ponen el punto de mira en los pensionistas. Las facilidades para trabajar se multiplican.
 
Robert Michaud, de 71 años, trabaja 32 horas a la semana. Lo hace en el departamento de horticultura de Rona, una especie de Leroy Merlin de Quebec donde se puede comprar de todo, desde un ficus hasta juntas de grifos. “Conduzco el vehículo que transporta las plantas. Tengo mano verde. Antes hacía, al menos, 10 horas extraordinarias además de mis 40 horas semanales. Siento como si este trabajo me diera vida”.
Fue el aburrimiento lo que le llevó a volver a trabajar. “Hacía un año que no trabajaba. Durante el día me dedicaba al bricolaje, pero pronto tuve la sensación de perder el tiempo. Vi que en Rona estaban contratando y me dije ¿por qué no? Cuando te gusta trabajar, parar de golpe no es fácil”. En Canadá, con una población activa de 21 millones de personas, hay un millón de puestos sin cubrir.

60%. Aumento del empleo en mayores de 60 años en los últimos 10 años en Quebec

 
Las grandes cadenas piensan en los jubilados. Marc Larouche, director nacional de adquisición de talentos en Rona los tiene expresamente en el punto de mira: “Tenemos mensajes especialmente pensados para los trabajadores con experiencia. Hay que tener iniciativas para  contratar a empleados capaces de dar un buen servicio. Para nosotros, Robert, con su bagaje laboral, es una mina de oro”. 
Como la mayoría de los jubilados, no quiere trabajar a tiempo completo; la empresa ofrece flexibilidad horaria. “Las cosas han cambiado desde mis comienzos laborales: ahora tengo el fin de semana libre para jugar al golf”, dice Robert.
¿Hay un límite de edad para la contratación? “No”, responde Marc Lerouche, “Les preguntamos si se sienten capaces y si dicen que sí, no hay problema. Los hay mayores que Robert”.
Pero el aburrimiento no ha sido únicamente lo que ha llevado a Robert Michaud a volver al trabajo. También le permite mejorar su pensión: “Es cierto que es una ayuda”. Como Grecia y Japón, Canadá intenta facilitar el pluriempleo jubilación-trabajo. 
 
Muchas ventajas 
En Quebec, esa voluntad se traduce en la puesta en marcha de varias herramientas. El año pasado el Gobierno de la provincia anunció una prima salarial temporal que podía superar los 2.500 euros anuales para animar a los jubilados a volver al trabajo, especialmente a los enseñantes y las enfermeras. También existe, desde 2012 una bonificación fiscal (actualizada en 2019) para los que decidan prolongar su carrera después de los 60 años. Puede llegar hasta 1.300 euros al año.
Finalmente, el denominado suplemento de renta garantizada que perciben las pensiones modestas ha cambiado. Los 5.000 primeros dólares que se ganan trabajando no computan. Trabajar un poco, no priva, pues, de esa ayuda.

Las autoridades incentivan el trabajo con primas salariales y rebajas fiscales

 
El Ministerio de Trabajo precisa que, con esas medidas, Quebec intenta reducir la diferencia del  4,2% entre el índice de empleo de la franja de las personas de 60 a 69 años en Quebec y en el resto de Canadá, lo que permitiría “atenuar el fenómeno de escasez de mano de obra”.
Estas medidas parecen funcionar o, al menos, sumarse a una tendencia. Entre 2012 y 2021, el número de empleos ocupados en Quebec por personas mayores de 60 años ha subido en cerca del 60%. Este fenómeno se explica también por el aumento de la población de esa franja de edad.
El sistema de jubilación canadiense se basa en tres pilares. El primero es un programa universal, la “seguridad en la vejez” que garantiza una renta básica a partir de los 65 años. Está indexada a la inflación y puede llegar hasta los 750 dólares mensuales. Para las rentas muy modestas hay un suplemento de renta garantizada. El segundo lo constituye un régimen de jubilación obligatorio por cotización. Finalmente, la población puede disfrutar de regímenes de jubilación adicionales, por los que cotiza el empleador, o invertir en un plan de pensiones, una inversión que es deducible de impuestos. 
 
Desigualdades y pobreza
Pero, incluso con este abanico, a muchos jubilados les faltan dólares… a montones. “El 39% de las personas mayores de la provincia canadiense cobra el suplemento de renta garantizada que se da a las personas pobres”, recuerda el diario de Montreal La Presse, que también pone en entredicho el compromiso de los empleadores de proporcionar a sus asalariados un régimen de ahorro colectivo. “¿Es normal que dos personas que realizan exactamente el mismo trabajo durante toda su vida, con el mismo salario, tengan unos ingresos por jubilación tan diferentes porque no tenían el mismo patrón? 

Que los mayores trabajen es un síntoma de que algo falla en el modelo de pensiones

 
En Canadá, tener una buena jubilación depende de una serie de elecciones individuales. En efecto, el sistema actual genera desigualdades, y la vuelta al trabajo de los jubilados es uno de sus síntomas, confirma Pierre Tircher, doctorando en relaciones industriales en la Universidad de Montreal. “En Quebec hay muchos jubilados pobres, pero ¿la solución es que vuelvan a trabajar?, se pregunta. “Estamos ante un cuestionamiento del actual modelo de jubilación”, afirma. 
Hasta hace unos años, Canadá incentivaba la jubilación anticipada, pues el problema principal era el paro. Hoy, la gran preocupación es la falta de personal en muchas empresas. Por ese motivo, el Gobierno central ha reconfigurado sus políticas públicas y ha reducido los impedimentos para volver a trabajar.
Las herramientas que facilitan la vuelta al trabajo, como la bonificación fiscal por prolongación de carrera, objeto de estudio de Pierre Tircher, parecen ser eficaces. El doctorando dice estar sorprendido "por el poco espacio que en el debate público tiene el modelo de jubilación, que está en plena transformación”.   
¿Por qué es así a pesar de las desigualdades y los cambios que está habiendo? “Quizá porque, en realidad, no hay ningún problema”, responde Luc Godbout, profesor titular de la cátedra de Fiscalidad y Finanzas públicas de la Universidad de Sherbrooke. Considera que Canadá “no tiene el mejor de los regímenes de jubilación” de la OCDE, pero que uno de sus puntos fuertes es su ductilidad. “Aunque la gente tiene ingresos escasos, la cobertura pública es grande (…). Y, en nuestro sistema se sugiere a la gente que tenga, además, regímenes privados”. 

El gran problema en Canadá solía ser el paro. Ahora lo es la falta de personal en muchas empresas

 
En su opinión, la vuelta de los jubilados al trabajo no es obligatoriamente un síntoma del fracaso de un sistema. “No puedo afirmar que la gente vuelve a trabajar porque el régimen no es suficientemente bueno”, responde el investigador, quien considera que muchos vuelven porque les apetece. Sobre todo, porque la situación económica y el ambiente son favorables al trabajo de los séniores. “Antes se decía a los profesionales con experiencia que se jubilaran para, así, dar paso a los jóvenes. Ya no es posible, los jóvenes no pueden cubrir todos los puestos de trabajo, Hay muchos empleos disponibles y tenemos jubilados sanos y motivados”, explica.
A pesar de estar contento y motivado, Robert Michaud empieza a pensar en su verdadera jubilación. “Te guste o no te guste, la edad está ahí”, apunta. Prevé dejar de trabajar definitivamente dentro de uno o dos años. “Pero, mientras tanto, saco partido”, confiesa. “Nosotros también sacamos partido de su experiencia”, añade Marc Larouche.